Contra la motosierra, con un solo puño
La activista argentina Mariel Payo Esper en una entrevista sobre cómo su grupo Poder Popular se opone a las políticas de Milei
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El 24 de marzo se conmemoraron los 48 años del golpe y a las víctimas de la última dictadura militar en Argentina. ¿En qué contexto político ocurrió esto?
Vemos con horror que el Gobierno quiere destrozar consensos democráticos que se construyeron en los 80, uno de ellos el Nunca Más. Muy preocupante fue la denuncia, dos días antes del 24 de marzo, de una compañera de la agrupación de hijes de personas desaparecidas H.I.J.O.S.. Ella denunció que entraron a su casa y la amenazaron con un arma. Es increíble que 48 años después, personas a quienes les desaparecieron a sus familiares tengan que estar viviendo estas situaciones.
Volvió también la discusión sobre el número, si son 30.000 personas desaparecidas o no. Yo creo que no debemos enfrascarnos en esa discusión, sino vincular el tema de los derechos humanos con los proyectos de país. Lo que se hizo con la dictadura fue imponer un proyecto de país desigual, injusto y violento. La enorme mayoría de personas desaparecidas son trabajadoras o hijes de trabajadoras. Hay que volver a construir ese lazo que nos une desde la explotación, la pobreza y los problemas de género para justamente entender que este no es un gobierno que represente nuestros intereses como trabajadores y trabajadoras. Hay que hablar con nuestres compañeres de clase, porque Milei ganó porque la clase obrera votó por él. Esta es la tarea y se logra con mucha comunicación, con mucha paciencia y con mucha militancia.
El grupo Poder Popular milita desde hace dos años. ¿Cuáles son las áreas más importantes de su trabajo?
Poder Popular trabaja en la autoorganización barrial, tiene bachilleratos populares, comedores y centros comunales que se organizan para luchar por la vivienda, por mejores condiciones de vida en el barrio. También trabajamos con compañeres en organizaciones sindicales, luchando por mejores condiciones de trabajo, por sindicatos más democráticos, llevando también las demandas de la agenda feminista a los sindicatos. Además, hay compañeres actives en el sector cultural con centros culturales, teatros independientes, así como compañeres que tienen militancia estudiantil en las universidades o en las luchas ecosocialistas.
¿Qué ha cambiado para ustedes desde que Javier Milei asumió el poder?
Nosotres en Argentina veníamos desde hace varios años una crisis económica con un nivel muy alto de inflación, lo que ya significaba un desafío grande para les militantes. Cuando tenemos que recurrir a múltiples empleos para poder sobrevivir, se hace difícil el activismo. A partir de diciembre del 2023 vivimos una profundización de la crisis económica y se sumó también un contexto represivo: Tenemos muches compañeres que han sido víctimas de la represión en las movilizaciones, que tienen causas penales por haberse manifestado en defensa de nuestros recursos naturales, por mejores salarios y en contra del avasallamiento de sus derechos, también compañeres que se están quedando sin trabajo.
¿Cuáles son los problemas más urgentes que experimentan en el trabajo barrial y sindical?
El Gobierno de Milei nos ha puesto a todes en una situación de mucha emergencia y de mucha precariedad. Con el Ministerio de Capital Humano muchos ministerios fueron reducidos a secretarías y todo está paralizado. Esa parálisis implica que por ejemplo los comedores de los movimientos sociales no reciban mercadería y no están pudiendo cocinar su desayuno, el almuerzo, la cena, las meriendas de un montón de niñes en un país que tiene un 41% de pobres y 11,9% de indigentes.
Por otro lado, se han caído muchos planes de subsidio a trabajadoras y trabajadores, alegando argumentos supremamente extraños e incomprobables. Son personas que están adentro de proyectos productivos, trabajan limpiando las calles, en cooperativas de trabajo. Y esas personas ya no están recibiendo ese subsidio como contraprestación por el trabajo.
Por el lado de los sindicatos justamente esa parálisis estatal que además viene de la mano de lo que Milei tantas veces llamó la motosierra, implica que, a finales de marzo, 70.000 trabajadoras y trabajadores del Estado están esperando saber si van a tener trabajo el mes que viene. Desde diciembre estaban con un contrato que fue renovado solamente por 3 meses.
Con la huelga general del 24 de enero, los sindicatos y movimientos sociales reaccionaron a medidas como ésta casi inmediatamente…
Sí, fue la huelga general más rápida que la Conferedacion General del Trabajo (CGT) de Argentina haya hecho a un gobierno, después de un mes y medio en el poder. Esto es un gran indicador de la conflictividad en la que nos encontramos en el país. Argentina tiene dos grandes actores que hoy discuten la situación política y activan resistencias: los sindicatos y los movimientos sociales. Nosotres estamos en ambos. En los movimientos sociales hoy, a diferencia de los años anteriores, se unen organizaciones del peronismo popular con los sectores más duros de los movimientos sociales, los sectores de izquierda que nunca fueron representados por los gobiernos anteriores.
¿Cómo se debaten dentro de los movimientos sociales los grandes porcentajes de aprobación que, según las encuestas, sigue teniendo Milei en la población argentina?
Por las experiencias de los 90, nosotres sabemos que lo que hace Milei es un experimento que no termina bien. Pero las encuestas todavía dicen que más del 50% de la población que lo votó lo apoya. Eso no lo podemos negar. Ese tema para muchos es un problema bastante difícil de sortear pensando en el deterioro de las condiciones de vida que se acrecienta cada vez más. Obviamente, el caldo de cultivo que lleva a un gobierno como el de Milei no se crea de un día para el otro o es solamente un invento de las redes. Tiene sus raíces muy profundas en el deterioro de la situación económica de la población en Argentina y se explica por el desastre de los gobiernos anteriores. Yo creo que después de la pandemia las personas vienen de una situación económica tan terrible que honestamente creen que pueden estar mejor si se sacrifican un poco ahora.
Además, los operadores mediáticos de Milei son muy hábiles generando confusión, información falsa y propaganda. Hay algunas medidas que la población en general ve bien, como el congelamiento salarial de les diputades y senadores que cobran mucho más que una persona del común. Son aquellas medidas en contra de la “casta”, como la llama Milei, sumado a los efectos de los gobiernos anteriores, en especial el Kirchnerismo, que Nancy Fraser llamaría de neoliberalismo progresista: al tiempo que te hacen vivir una vida de privaciones cada vez mayores, te dicen que eso es un Estado presente. La respuesta de la gente es: “Si esto es un Estado presente, entonces que el Estado se vaya!”.
¿Cuáles son las estrategias que utiliza Poder Popular para contrarrestar estos discursos?Nosotres creemos que la estrategia más importante es la construcción de un frente único: debemos construir un programa, candidaturas y portavoces comunes. Pero, mientras tanto, consideramos muy importante no dejar la calle y seguir movilizándonos sin miedo a la represión, visibilizando que lo que está pasando es injusto, que la casta no somos las personas de los barrios que no estamos pudiendo comer. Tratamos de desenmascarar justamente que el programa económico de Milei está hecho a medida de la gran burguesía argentina y le cae como anillo al dedo. Milei se queja de la casta, mientras la Ley Omnibus propone privatizar empresas estratégicas que están armadas a medida para sus amiges. Además, estas medidas van a traer muchos problemas, como la renuncia a nuestra soberanía aeronáutica y a nuestra política energética.
Entonces, hay que seguir construyendo los espacios que tenemos y llenarlos de contenido. Hoy más que nunca, es importante estar allí donde está el pueblo, reconstruyendo los lazos entre trabajadoras y trabajadores, personas desocupadas, mujeres y disidencias para poder enfrentar con un solo puño estas medidas.
¿Qué papel desempeña ahora el feminismo?
Los feminismos se están enfrentando a ataques permanentes a las conquistas y los derechos adquiridos en los últimos años. Uno de ellos, mundialmente famoso, es el derecho al aborto. El discurso del gobierno niega los derechos de las mujeres que han recibido una jubilación como amas de casa, ni hablar de todo lo que tiene que ver con las disidencias y la ley de violencia de género. Milei eligió al movimiento feminista como un enemigo, como chivo expiatorio, como el culpable de nuestro infortunio. Es muy parecido a lo que pasa con otras derechas a nivel global.
Yo creo que el rol de los feminismos ahora es tender puentes con aquellas personas que tal vez no terminan de entender lo importante que es la discusión de las políticas identitarias y lo poco que a fin de cuentas le cuestan al Estado. Hace 4 años, cuando se legalizó el aborto, creíamos que estaba saldada la discusión de que al Estado le salía más barato garantizar que una mujer pueda abortar y no se muera, que internaciones y muertes de mujeres por abortos clandestinos. Evidentemente, eso ahora vuelve a ser puesto en discusión. Ante este escenario, tenemos que volvernos más populares que nunca y explicar a la gente por qué también hay un componente de clase en esto. Y es muy importante que dejemos de lado cierto punitivismo que el feminismo desarrolló en algún momento y que nos hizo bastante daño. Tenemos que luchar por un feminismo queer que no culpabilice y no persiga a quienes, dentro de este enorme universo que es el feminismo, piensa distinto sobre algunos temas. En vez de eso deberíamos sentarnos a pensar qué es lo que no estamos dispuestes a perder.
¿Qué esperas de los meses que vienen?
Yo creo en nuestro pueblo, en nuestra capacidad de autoorganizarnos. Hemos sobrevivido a una dictadura, a un gobierno totalmente impopular y neoliberal como el de Carlos Saúl Menem, a una crisis económica tremenda como la del 2001 y también vamos a poder con esto. Para eso tenemos que revivir todas las estructuras de participación y de construcción de poder popular.
Me gustaría agregar otra cosa: Es muy importante que todo el mundo sepa que muchas de las cosas que están pasando en Argentina no aparecen en los grandes medios de comunicación. Actualmente es muy importante la denuncia y que se haga eco de ella porque así nos sentimos más acompañades.
MARIEL PAYO ESPER
es socióloga, profesora universitaria y militante de Poder Popular en Buenos Aires. Dentro de su organización política, Payo Esper trabaja con organizaciones sindicales.
Foto: privado