FOTOGRAFÍA HONESTA
Las fotos de Chris Erland documentan adultos mayores en el trabajo
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Fotos: Chris Erland
“Una fría mañana de febrero de 2011 vi un anciano recostado a un edificio tomando el sol, es el momento exacto en que decidí ser fotógrafo. Antes, perseguía detalles que me llamaban la atención sin un rumbo definido, como resultado de una búsqueda dentro de las artes visuales, producto de mi primera formación dentro de las artes plásticas. En el momento de revisar aquella imagen supe me inclinaría por la fotografia documental.
Los temas sociales, la ancianitud, la niñez, la fe y la vida en la ciudad han sido temas recurrentes dentro de mi trabajo en la fotografía documental. Inicié una serie sobre el trabajo en la tercera edad donde mi principal propósito ha sido visibilizar un problema que por naturalizado se tiende a relegar, apartar de nuestra atención por ser algo aparentemente normal o simplemente parte de nuestra realidad social. He documentado durante años el trabajo de estas personas y para concluir la serie pretendo abordar en profundidad diferentes personajes que desde sus interioridades brinden diferentes historias de vida.
La ancianitud y la niñez, condiciones humanas en contraste, partes esenciales del tejido social y, para mí, símbolos de nuestras aspiraciones. Como temas fotográficos no los veo en contraste, creo que ambas forman parte del recorrido que todo ser humano realiza a lo largo de su vida. Un recorrido que puede ser interpretado socialmente analizando ambas posiciones, eso nos dice qué somos como sociedad, hacia dónde queremos ir.
Me llama mucho la atención la fe, el acto de fe en que una persona decide creer en algo, encomendarse a un mejor futuro, deseando encontrar las claves de la felicidad y la salvación. Vivo en una sociedad diversa en cuanto a las expresiones religiosas, muchas en un estado sincrético en proceso de evolución. Expresiones que han definido buena parte de nuestra idiosincrasia, identidad y raíces culturales.
Al fotografiar a cualquier persona estoy consciente de que dejo un registro documental, una memoria. Lo que separa la fotografía como arte de la simple imagen, lo que va dentro del cuadro y cómo es representado. El acercamiento como fotógrafo a lo fotografiado, esa relación de comunicación con el espectador, de relación implícita y cierta veracidad que promulga la fotografía como una representación de un fragmento de la realidad, donde interviene el ojo del fotógrafo y su honestidad, fue ciertamente -y es- el mayor reto.