“Venimos del futuro”

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“No es sequía, es saqueo!” Activistas de MODATIMA en la huelga por el clima, en septiembre del 2023 en Berlin (Foto: Ute Löhning)

En este instante, a 50 años del golpe militar, se están votando nuevas normas constitucionales en el Consejo Constitucional. ¿Cómo ven el proceso constituyente actualmente?

Catalina: Lo que se está proyectando y aprobando hoy puede ser incluso peor que la Constitución de Pinochet. Están concesionando bienes comunes que nunca han sido privatizados, como los bordes de los ríos o las riberas. Tampoco se tomó en cuenta el cambio climático dentro del proceso. En el Consejo Constitucional domina la ultraderecha, que es negacionista y va incluso contra los derechos humanos básicos. Por eso no tenemos casi ninguna esperanza del actual proceso. No significa un avance en términos de nuestras demandas que se levantaron durante la movilización de octubre de 2019.

¿Sería mejor entonces que gane el Rechazo en el plebiscito de diciembre?

Jorge: Veo una ventaja en que se quede la Constitución del 80, porque ya está deslegitimada. Así se abriría un camino en adelante para torpedearla. Por eso creo que es importante que el Rechazo gane.

Catalina: Un desafío para los movimientos sociales en general será hacer valer la primera votación de 2020, en la que se exigió otra Constitución que no sea la de Pinochet. Este plebiscito va a representar un momento político importante para los avances que podamos ir empujando en términos de la correlación de fuerza, porque en el próximo año también se vienen elecciones de gobernadores y de gobiernos locales.

¿Qué significaría un Rechazo para la derecha??

Victor: Yo suelo decir que la derecha está dividida, no es una sola derecha. La extrema derecha del Partido Republicano está poniendo casi todos los temas que ellos proponen como proyecto de vida dentro de este texto. Entonces según la derecha, o va a ganar porque se aprueba o va a ganar porque se rechaza, porque en este caso quedaría la Constitución de Pinochet.

¿Qué perspectivas hay entonces para cambios en la constitución de la dictadura?

Victor: Creo que la única alternativa que quedaría sería una reforma constitucional. Pero con este Congreso es súper difícil; por lo tanto, tendría que ser en otro momento. Por ahora, nos queda la vía de la movilización.

Catalina: Sí, estamos en un proceso de formación política a nivel nacional y queremos crecer cualitativamente y cuantitativamente.

Pero MODATIMA no solo está presente en las calles, sino también en instituciones políticas…

Victor: Sí. Hay que combinar el trabajo de base con la vía institucional local, ahí hay harta fuerza. Por ejemplo en los gobiernos regionales, en el caso de la Región de Valparaíso con el gobernador Rodrigo Mundaca. Allí estamos trabajando para poder democratizar la gestión del agua dentro del marco legal que existe.

¿Qué es lo que ha conseguido Rodrigo Mundaca como gobernador? ¿Qué poderes tiene?

Victor: En todas las provincias de la región se están implementando mesas hídricas que funcionan como consejos de cuenca. La gente por primera vez está participando en tomar decisiones sobre la gestión del agua. Mientras el Gobierno está hablando de instalar una ley que permite construir consejos de cuenca a nivel nacional, eso en la región de Valparaíso ya está funcionando, aunque al margen de ley. También hay algunos programas de formación ciudadana para dirigentes y dirigentas de los sistemas de agua potable rural, que son la última propiedad pública y comunitaria del agua que existe.

Carolina: Además, Rodrigo Mundaca tiene la oportunidad de presidir la Agorechi el próximo año: la Asociación de Gobernadores del país. Va a estar a la cabeza de las regiones discutiendo sus atribuciones y posibilidades de incidir mucho más fuerte en la política nacional. Sumado a ello, son súper importantes el fortalecimiento institucional de los sistemas de agua potable rural, de la ciudadanía y también de aquellas municipalidades que trabajan con el Gobierno regional y que han visto mejorados su financiamiento. Eso hoy día claramente invita a tener mayor confianza en hacer política y en acercarse a la institucionalidad, cuestión que antes del estallido social era impensado.

Sin embargo, el Código de Aguas sigue siendo decisivo para el acceso al agua. ¿Ha habido algún avance en este sentido en los últimos años?

Carolina: El 25 de marzo del año 2022 se hizo la última reforma del Código de Aguas en Chile que termina con la propiedad perpetua de las aguas para los nuevos derechos de aprovechamiento de agua que se constituyen en adelante. Los proprietarios de derechos de aprovechamiento de agua existentes deben reinscribirlos, para lo cual debe haber disponibilidad de agua suficiente. Ya que muchas veces no es el caso, la cantidad de derechos de agua inscritos debería bajar. En caso de escasez hídrica, si no hay acuerdo entre dueños privados del agua para poder resolver el problema de satisfacer el consumo humano, la Dirección General de Aguas puede intervenir con una redistribución de las aguas. Eso ya ha sucedido en la cuenca del Aconcagua.

En los últimos años recien se siente más el cambio climático también en Alemania y ha habido sequías en verano. ¿Estamos subestimando los problemas con el suministro de agua en países como Alemania?

Victor: Creo que los países ricos todavía no consideran que el agua es un problema. Este año, en marzo, por primera vez en 50 años los países se reunieron para hablar de agua, en la Conferencia Mundial del Agua en Nueva York. Sin embargo, todos los años se junta el Foro Mundial del Agua, financiado y dirigido por las empresas privadas. Los países desarrollados hoy día todavía tienen disponibilidad de agua tanto para su población como para las empresas transnacionales. Nosotros en Chile, con una experiencia de 40 años de modelo privatizado, hoy día ya llegamos al extremo donde hay agua para los ricos pero no para los pobres. Entonces nos gustaría exigir que el agua efectivamente tome la relevancia que tiene en el mundo. Y cuando se hable de cambio climático, no solo se hable de la temperatura, sino que también se incorpore la variable de la disponibilidad de agua dulce. En Chile ya vivimos un fenómeno de desplazamiento climático con la falta de agua. Y cuando vienen industrias nuevas, como el litio o el hidrógeno verde, ambas consumen grandes cantidades de agua.

Al mismo momento, estos recursos son importantes para la transición energética. ¿Qué piensan sobre ese dilema?

Jorge: El litio habla de energía verde, pero su extracción es tremendamente contaminante y va a matar muchos ecosistemas en los países donde se extrae. Al mismo tiempo el litio es algo pasajero: Cuando en 20 o 25 años más apareczan energías superiores, el litio va a ser ya demasiado caro. Lo mismo nos pasó con el salitre y los alemanes. El salitre era la solución para todo, mi papá trabajó en el salitre, mi abuelo también. Y llegó el salitre sintético y lo reemplazó todo. Además, no hay transferencia de conocimientos de parte del primer mundo: nosotros trabajamos el litio, pero no hacemos las baterías. A nosotros en realidad nos quedan solamente los desastres ambientales.

Victor: En el marco de la transición energética, los países desarrollados ya tienen las proyecciones a 2030. Sería importante que países como Alemania, cuando vayan a establecer acuerdos, no se pregunten solo “¿Cómo compramos el litio o hidrógeno verde más barato?”, sino “¿Cómo lo producimos para que no afecte a las comunidades aledañas?”, y que incorporen la variable del agua de los territorios.

¿Qué puede aprender el mundo, qué podemos aprender nosotrxs de la situación en Chile?

Carolina: ¿En qué se traducen el consumo y la exportación desde las mal llamadas zonas de sacrificio (territorios afectados por la contaminación industrial concentrada, nota de redacción)? Hay imágenes que demuestran cómo se vive sin agua en el reino de los paltos, habiendo agua disponible. Pero la agroindustria nos niega el agua. Alemania se da la vuelta por América Latina para buscar recursos y establecer tratados de libre comercio para poder depredar nuestros territorios. Nuestro gran aprendizaje es que esto es insostenible, tampoco es seguro ni para las inversiones ni para el comercio internacional, pues va a durar un tiempo hasta que se agote porque se está destruyendo el ciclo del agua en nuestro territorio.
Creo que la única manera de hacer frente a esto son alianzas, conciencia y formación y, desde ahí, entender que hoy día las inversiones están por sobre los derechos humanos en Chile. Y que no se trata solo de un cambio de tecnología, sino de un estilo de vida y que debemos reducir la demanda de recursos.

Jorge: Ha habido mucho saqueo con todos los bienes naturales, con los bosques, con los océanos, con los ríos. Si la gente rica, si el primer mundo no toma conciencia y disminuye el consumo innecesario, vamos a destruir de alguna manera su patio trasero que son América Latina y África. Entonces, es necesario educar a la población sobre que hay que vivir con lo que se tiene, aunque es bastante difícil hacerlo. Si no ganamos la lucha ambiental, ¡todas las demás estarán perdidas!

A muchas personas les cuesta cambiar su estilo de vida. Por su experiencia en Chile, ¿qué problemas sociales podemos esperar en el futuro, cuando aquí también haya escasez de agua?

Victor: Estamos ya viviendo una guerra por agua. Hay territorios donde la gente no tiene cómo tomar agua, donde sale a la calle y se enfrenta con la policía y con los que tienen el agua. Ese panorama que uno veía futurista ya existe en Chile y en algunos lugares en África. Cómo MODATIMA estamos para organizar a las comunidades afectadas, para hacer crítica y para poner sobre la mesa temas de esta relevancia, por los cuales los gobiernos no se preocupan. Los pueblos como Chile venimos del futuro, de esa guerra del agua. Y países como Alemania, que no tienen un modelo privado de aguas, se pueden convertir en Chile si siguen el mismo camino.

Durante los eventos han mencionado la idea de una internacional del agua. ¿De qué se trata?

Carolina: Creo que, en términos de valores, se trata de solidaridad, de construir aprendizajes. Como proyecto, hay algo más grande que solo MODATIMA, como los ALBA movimientos o el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST). Entonces estamos disponibles y con las ganas de construir poder a través de una internacional por el agua, basándonos en la solidaridad y en lo importante que es para la humanidad, que claramente traspasa fronteras.

Victor: Durante ya más de 15 años de trabajo en MODATIMA, nos hemos encontrado con otros movimientos grandes y pequeños que están viendo los mismos temas: las rondas campesinas en el Perú, el movimiento Afectados por represas en Brasil, el Movimiento Ríos Vivos en Colombia, la Coordinadora Agua para Todos en México. En los países latinoamericanos ya se está posicionando fuertemente la lucha por el agua, pero también acá existe el movimiento europeo por el agua, con el cual tenemos relaciones.
Pienso que es un proyecto que se tiene que desarrollar a largo plazo, por ejemplo con el Movimiento de Afectados por Represas (MAR) de América Latina. Ya tenemos una idea de construir un movimiento mundial por agua y energía, una especie de Vía Campesina vinculada al agua y la energía, que se está moviendo por el mundo buscando aliados. En ese camino el MAR lleva diez años trabajando.

En ese contexto, ¿les ha servido para algo el viaje a Alemania?

Catalina: En ir construyendo un horizonte para compartir experiencias, también en este afán de internacionalizar la lucha por el agua, este viaje fue súper enriquecedor. Sobre todo, fue interesante que salía el tema del hidrógeno y del litio. Entonces, tomando los nuevos desafíos de la transición energética, nos llevamos de vuelta esa tarea urgente para insertarlas de manera más profunda en el movimiento.

Jorge: Yo no me imaginaba que existiera un conflicto con Tesla por aquí cerca, donde hay gente que ven en peligro su agua. Me llamó la atención de que aquí también haya gente que se movilice por esos temas territoriales. Por lo tanto, nos sentimos cercanos y nos alegra. A mí en lo particular, me alegra mucho eso.

Victor: Creo que después de haber pasado por una pandemia, es muy importante recuperar la presencialidad y poder intercambiar presencialmente con personas que estamos en la misma sintonía y nos podemos potenciar. Y los medios como ustedes aportan harto en ese camino a comunicar, pero también a construir lazos, redes, conocer gente e intercambiar miradas.

Carolina: A 50 años del golpe ha sido un viaje de mucha memoria para nosotros, pero también de mucho futuro, de cómo soñamos nuestro país, qué esperamos de vuestro país, que esperamos de nuestros vínculos. Creo que ha sido sanador después del fracaso de la Constituyente. Me quedo con las ganas y la expectativa de construir comunidad y de avanzar juntos en una Internacional por el agua.

“Wir kommen aus der Zukunft”

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“Wasser ist Menschenrecht!” MODATIMA-Aktivist*innen beim Klimastreik im September 2023 in Berlin (Foto: Ute Löhning)

50 Jahre nach dem Militärputsch stimmt der Verfassungsrat in diesen Tagen über die Normen für den neuen Verfassungsentwurf ab. Wie blickt ihr auf diesen Prozess?

Catalina: Was dort entworfen und verabschiedet wird, könnte am Ende sogar schlimmer aussehen als die Verfassung von Pinochet. Der Klimawandel wird im Prozess nicht berücksichtigt. Die Ultrarechte, die im Rat dominiert, leugnet ihn und stellt sogar grundlegende Menschenrechte in Frage. Für öffentliche Güter wie Flussufer und Auen, die bisher nie privatisiert waren, sollen nun Konzessionen vergeben werden. Deshalb setzen wir so gut wie keine Hoffnung in den Prozess. Er setzt unsere Forderungen von den Protesten im Oktober 2019 nicht um.

Das klingt fast so, als wäre es besser, wenn der Entwurf beim Verfassungsplebiszit im Dezember abgelehnt wird.

Jorge: Ich sehe tatsächlich einen Vorteil, wenn die Verfassung von 1980 bleibt, denn sie ist bereits delegitimiert. Damit würden sich für die Zukunft gewisse Spielräume öffnen. Deshalb finde ich es wichtig, dass der Rechazo (dt. Ablehnung) im Dezember gewinnt.

Catalina: Eine wichtige Aufgabe für uns als Bewegungen wird es sein, das Ergebnis des ersten Verfassungsplebiszits von 2020 zu bekräftigen, in dem man sich gegen die Pinochetverfassung ausgesprochen hatte. Der Plebiszit im Dezember wird auch ein wichtiger Moment für die politischen Kräfteverhältnisse und für die Regionalwahlen nächstes Jahr.

Was würde ein Sieg des Rechazo für die Rechte bedeuten?

Victor: Es gibt nicht die eine Rechte, sie ist gespalten. Die Ultrarechte mit der Republikanischen Partei bringt alle wichtigen Themen ihres politischen Entwurfs in die Verfassung ein. Für sie ist es eine Win-Win-Situation: Entweder gewinnt das Ja – dann gewinnt ihre Position – oder es gewinnt das Nein und Pinochets Verfassung bleibt in Kraft.

Welche Aussicht bleibt dann noch auf die Abschaffung der Diktaturverfassung?

Victor: Ich denke das einzige, das uns dann bleibt, wäre eine Verfassungsreform. Aber mit dem aktuellen Kongress ist das sehr schwierig, es müsste zu einem anderen Moment geschehen. Fürs Hier und Jetzt bleibt uns der Weg des Protests.

Catalina: Genau. Derzeit bilden wir uns politisch weiter und wollen wachsen – qualitativ und quantitativ.

MODATIMA ist nicht nur auf der Straße aktiv, sondern auch in politischen Institutionen.

Victor: Ja, in der Kombination von Basisarbeit und dem institutionellen Weg auf lokaler Ebene sehen wir eine große Stärke. Zum Beispiel in den Regionalregierungen, im Fall der Region Valparaíso mit unserem Gouverneur Rodrigo Mundaca. Hier arbeiten wir daran, die Verwaltung des Wassers innerhalb des rechtlichen Rahmens zu demokratisieren.

Was hat Rodrigo Mundaca als Gouverneur seit Juli 2021 erreicht? Welche Befugnisse hat er?

Victor: In allen Provinzen der Region werden derzeit Flussgebietsräte als runde Tische eingerichtet. Dort beteiligen die Menschen sich zum ersten Mal an Entscheidungen zum Thema Wasser. Die Regierung plant, solche Räte über ein Gesetz zukünftig landesweit einzurichten. In der Region von Valparaíso funktioniert das bereits, allerdings ohne gesetzliche Grundlage. Außerdem wurden Bildungsprogramme für Führungspersonen in den Trinkwassergenossenschaften der Region geschaffen. Das Trinkwasser auf dem Land ist das einzige Wasser, das nicht privatisiert, sondern öffentlich und gemeinschaftlich ist.

Carolina: Rodrigo Mundaca hat im kommenden Jahr die Möglichkeit, der Agorechi – der Gouverneursvereinigung Chiles – vorzusitzen. Dadurch könnte er deutlich stärker auf die landesweite Politik einwirken. Abseits davon sind die Stärkung der Umwelt- und genossenschaftlichen Trinkwasserinstitutionen, der Bürger*innen und die finanzielle Stärkung der Gemeinden wichtig. Dadurch gibt es heute wieder deutlich mehr Vertrauen in die Politik und Institutionen – das war vor dem estallido social von 2019 undenkbar.

Und doch verhindert der Wasserkodex aus Diktaturzeiten mehr Gerechtigkeit beim Zugang zu Wasser. Gab es hier in den vergangenen Jahren Fortschritte?

Carolina: Am 25. März 2022 wurde die jüngste Reform des Wasserkodexes beschlossen. Alle Eigentumsrechte an Wasser, die nach diesem Datum vergeben werden, haben keine unbegrenzte Laufzeit mehr. Personen, die bereits Eigentumsrechte an Wasser besitzen, müssen diese neu einschreiben lassen, wofür jedoch genug Wasser verfügbar sein muss. Da das häufig nicht der Fall ist, wird das dazu führen, dass in Zukunft weniger Eigentumsrechte an Wasser existieren. Wo zukünftig bei Wassermangel Konflikte entstehen, wird die Wassergeneraldirektion tätig und kann das Wasser neu verteilen. Das war im Flussbecken des Aconcagua bereits der Fall.

Mit Dürresommern und Unwettern ist der Klimawandel auch in Deutschland zu spüren. Unterschätzen wir die Probleme, die es bald auch hier mit der Wasserversorgung geben könnte?

Victor: Ich denke, in den reichen Ländern wird das Thema Wasser immer noch nicht als Problem wahrgenommen. In diesem März hat in New York zum ersten Mal seit 50 Jahren eine Weltwasserkonferenz stattgefunden. In diesen 50 Jahren hat sich das Weltwasserforum, eine von Privatunternehmen finanzierte Institution, jedes Jahr getroffen. In den entwickelten Ländern gibt es genug Wasser für Bevölkerung und Unternehmen. Wir in Chile sind nach 40 Jahren Wasserprivatisierung bei dem Extrem angekommen, dass es Wasser für die Reichen gibt, aber nicht für die Armen. Wir fordern, dass dem Wasser fortan die Bedeutung zugeschrieben wird, die es auf der Welt hat. Und wenn man von Klimawandel spricht, darf es nicht nur um Temperaturanstiege gehen, man muss die Verfügbarkeit von Süßwasser miteinbeziehen. In Chile werden bereits Menschen wegen des Klimawandels vertrieben, weil es zu wenig Wasser gibt. Und jetzt kommen noch neue Industriezweige wie Lithium oder grüner Wasserstoff dazu, die ebenfalls große Mengen Wasser brauchen.

Gleichzeitig werden diese Rohstoffe als zentral für die Energiewende angesehen. Wie blickt ihr auf dieses Dilemma?

Jorge: Beim Lithium ist die Rede von grüner Energie, aber seine Gewinnung ist extrem verschmutzend und kostet viele Ökosysteme in den Abbauländern das Leben. Gleichzeitig ist Lithium ein flüchtiger Rohstoff, denn wenn in 20 oder 25 Jahren bessere Energiequellen kommen, wird Lithium zu teuer sein. Das Gleiche ist mit den Deutschen und dem Salpeter passiert: Salpeter war einst die Lösung für alles, mein Vater hat in der Gewinnung gearbeitet, mein Großvater auch. Irgendwann kam das synthetische Salpeter und hat alles ersetzt. Das Problem ist auch die fehlende Wissensvermittlung: Wir gewinnen das Lithium, aber die Batterien stellt ihr her. Uns bleiben am Ende nur die Umweltkatastrophen.

Victor: Für die Energiewende haben die reichen Länder ihre Pläne bis 2030. Länder wie Deutschland müssten bei Vertragsabschlüssen nicht nur darauf achten, das billigste Lithium oder den billigsten Wasserstoff zu kaufen, sondern auch darauf, wie diese Rohstoffe erzeugt werden können, ohne das Leben der benachbarten Gemeinschaften zu beeinträchtigen. Und sie müssen die Variable Wasser miteinbeziehen.

Was kann die Welt und was können wir von der Situation in Chile lernen?

Carolina: Zu was führen denn der Konsum und der Export aus den so genannten „Opferzonen“ (Anm. d. Red.: von massiver Verschmutzung durch Industrie betroffene Regionen)? Wir sehen, wie Menschen im Avocado-Anbaugebiet ohne Wasser leben, obwohl es Wasser gibt – aber die Agrarindustrie nimmt es uns weg. Und Deutschland geht in Lateinamerika auf Rohstoff-Einkaufstour und will Freihandelsabkommen schließen, um unsere Territorien zu plündern. Wir haben gelernt, dass dies nicht nachhaltig und weder für Investitionen noch für den internationalen Handel sicher ist. Denn es zerstört unseren Wasserkreislauf. Ich glaube, die einzige Gegenstrategie besteht darin, Allianzen zu bilden, das Bewusstsein zu schärfen und Aufklärung zu betreiben, um zu verstehen, dass in Chile heute Investitionen wichtiger sind als Menschenrechte. Dabei geht es nicht nur um eine Änderung der Technologie, sondern um eine Änderung des Lebensstils und des Verbrauchs von Ressourcen.

Jorge: Die ganze Natur, die Wälder, die Ozeane, die Flüsse, sind in großem Umfang geplündert worden. Wenn die reichen Leute und Länder sich dessen nicht bewusstwerden und den unnötigen Konsum reduzieren, werden wir mit Lateinamerika und Afrika am Ende ihre Hinterhöfe zerstören. Wir müssen also der Bevölkerung beibringen, dass man mit dem leben muss, was man hat, auch wenn das ziemlich schwierig ist.

Vielen Menschen fällt es schwer, ihren Lebensstil zu ändern. Was denkt ihr, auf welche sozialen Probleme sollten wir uns einstellen, wenn auch hier das Wasser knapp wird?

Victor: Wir erleben bereits einen Krieg um Wasser: Es gibt Gebiete, in denen die Menschen kein Trinkwasser haben, auf die Straße gehen und sich mit der Polizei anlegen und denen, die das Wasser haben. Dieses angeblich so ferne Zukunftsszenario ist in Chile und an einigen Orten in Afrika längst eingetreten. Als MODATIMA ist es unsere Aufgabe, betroffene Gemeinschaften zu organisieren, Kritik zu üben und die Fragen zu stellen, um die sich die Regierungen nicht sorgen. Wir Chilen*innen und andere kommen aus der Zukunft, in der es Kriege um Wasser gibt. Und Länder wie Deutschland, in denen es bisher keine Wasserprivatisierung gibt, könnten wie Chile enden.

Während der Veranstaltungen in Berlin habt ihr die Idee einer Internationalen des Wassers erwähnt. Worum geht es dabei?

Carolina: Es geht dabei um Solidarität: Es gibt etwas, das über ein Projekt wie MODATIMA hinausgeht, wie bei den ALBA-Bewegungen oder der Landlosenbewegung MST. Wir sind bereit, über eine internationale Bewegung für Wasser Macht aufzubauen, die auf Solidarität und ihrer Bedeutung für die Menschheit basiert, die eindeutig Grenzen überschreitet.

Victor: Seit der Gründung von MODATIMA sind wir mit anderen großen und kleinen Bewegungen zusammengetroffen, die sich mit denselben Themen beschäftigen: die Rondas Campesinas in Peru, Afectados por Represas in Brasilien, Ríos Vivos in Kolumbien und die Coordinadora Agua para Todos in Mexiko. In den lateinamerikanischen Ländern wird der Kampf um Wasser bereits stark geführt, aber es gibt auch die europäische Wasserbewegung, zu der wir Beziehungen unterhalten. Ich denke, das ist ein Projekt auf lange Sicht. Zum Beispiel mit der Bewegung der von Staudämmen betroffenen Menschen (MAR) in Lateinamerika. Wir haben die Idee, eine globale Bewegung für Wasser und Energie aufzubauen, eine Art Via Campesina bezogen auf Wasser und Energie, die sich weltweit Verbündete sucht – MAR arbeitet bereits seit zehn Jahren in diese Richtung.

Hat diese Reise nach Deutschland euch dahingehend weitergebracht?

Catalina: Diese Reise war sehr bereichernd, um einen Horizont für den Erfahrungsaustausch zu schaffen, auch dafür, den Kampf um das Wasser zu internationalisieren. Vor allem war es interessant, dass die Themen Wasserstoff und Lithium so oft zur Sprache kamen. Wir nehmen diese neuen Herausforderungen der Energiewende an und die dringende Aufgabe mit, sie tiefer in die Bewegung einzubringen.

Jorge: Ich hätte nicht gedacht, dass es hier in der Gegend einen Konflikt mit Tesla gibt, bei dem Leute ihr Wasser in Gefahr sehen. Es hat meine Aufmerksamkeit erregt, dass auch hier Menschen sich für diese Themen mobilisieren und territorial denken. Wir fühlen uns also mit ihnen verbunden und freuen uns darüber.

Victor: Ich finde es sehr wichtig, sich nach einer Pandemie wieder persönlich mit Menschen austauschen zu können, die auf der gleichen Wellenlänge sind, um uns gegenseitig zu stärken. Und Medien wie eure Zeitschrift tragen viel dazu bei, durch Information Verbindungen und Netzwerke aufzubauen und Meinungen auszutauschen.

Carolina: Ich denke, es war 50 Jahre nach dem Putsch eine Reise voller Erinnerung für uns, aber auch eine Reise voller Zukunft: darüber, wie wir uns unser Land erträumen, was wir von eurem Land erwarten, was wir von unseren Kontakten erwarten. Es war nach dem Scheitern des Verfassungskonvents eine heilende Erfahrung. Für mich bleibt davon der Wunsch und die Erwartung, eine Gemeinschaft aufzubauen und mit einer Internationalen des Wassers voranzukommen.

FÜR DEN KAMPF UM WASSER GEWÜRDIGT

Internationaler Nürnberger Menschenrechtspreis Rodrigo Mundaca (Mitte) mit seiner Auszeichnung (Foto: Giulia Lannicelli)

Der Nürnberger Menschenrechtspreis wird alle zwei Jahre an Menschen verliehen, die sich trotz hoher Risiken für die Wahrung der Menschenrechte engagieren. Der diesjährige Preisträger Rodrigo Mundaca kämpft in der chilenischen Region Petorca nördlich der Hauptstadt Santiago für den freien Zugang zu Wasser. Mundaca ist Sprecher der Organisation Modatima, der Bewegung zur Verteidigung des Zugangs zu Wasser, der Erde und des Umweltschutzes. Modatima wurde 2010 gegründet und verfolgt das Ziel, die Rechte der lokalen Bevölkerung – Landwirt*innen, Arbeiter*innen und Einwohner*innen – zu verteidigen und Wasserkonflikte sichtbar zu machen. In der Region Petorca bauen agroindustrielle Unternehmen Avocados und Zitrusfrüchte für den Export an (ausführliche Reportage siehe LN 527). Nach Angaben von Modatima ist die lokale Bevölkerung seit den 1990er Jahren davon betroffen, dass sich die Unternehmen, in Absprache mit Politiker*innen, der regionalen Wasserressourcen bemächtigen.
Die Jury weist darauf hin, dass der Kampf um Wasser in Chile kriminalisiert und Mundaca in seiner freien Meinungsäußerung eingeschränkt, strafrechtlich verfolgt und verurteilt werde. „In den Jahren 2012 bis 2014 stand er 24 Mal vor Gericht”, erläutert die Jury in ihrer Begründung. Zudem erfahre Mundaca permanent Einschüchterungen und Drohungen und müsse in ständiger Angst, verhaftet zu werden, leben und arbeiten. Die Hoffnung der Jury sei, dass der Preis Mundaca den notwendigen Schutz verleiht, um seinen Einsatz ohne diese großen Gefahren fortzusetzen.

Der Kampf um Wasser wird in Chile kriminalisiert


Einige Tage nach der Preisverleihung erklärt Mundaca in Berlin, welche Gesetze seiner Meinung nach ausschlaggebend für die Privatisierung des Wassers in Chile sind. So führte eine Verordnung im Forstrecht in den ersten Jahren der Pinochet-Diktatur dazu, dass eine Fläche von über zwei Millionen Hektar der Siedlungsgebiete der Mapuche drei Unternehmensgruppen überlassen wurde. „Der Ursprung für die Zwangsvertreibung von Mapuche-Gemeinschaften liegt in ebendiesem Dekret”, stellt Mundaca fest. Eines der drei Unternehmen existiert heute nicht mehr, die anderen beiden sind die Firmengruppen Matte und Angelini. Mundaca ergänzt, dass der Ursprung des ungleich verteilten Reichtums im Land auf der Aneignung von Grundstücken und Naturgütern basiere. Die stehe auch in Beziehung zum Wassergesetz, dem Código de Aguas, das 1981 – ebenfalls während der Diktatur – erlassen wurde. Doch auch noch in den Jahren nach der Diktatur, als die Concertación de Partidos por la Democracia, ein Bündnis von Mitte-Links-Parteien, Chile regierte, wurde etwa die Privatisierung der Abwasserentsorgung aus sanitären Anlagen beschlossen.
Ohne eine Änderung der Verfassung habe die chilenische Bevölkerung demnach keine Chance, ihr Recht auf Wasser wiederzuerlangen, so der Wasseraktivist Mundaca. Artikel 19 der Verfassung von 1980 schreibt Privatpersonen, die Wasserrechte besitzen nämlich das Eigentum an diesen zu. „Bis heute ist die Privatisierung des Wassers durch die Verfassung abgesichert“, so Mundaca. Sowohl für eine Abschaffung der besagten Verordnung im Forstrecht als auch für eine Abschaffung des Wassergesetzes benötige es eine Verfassungsänderung. Der Kongress in Chile könne beschließen, dass Wasser nicht mehr als Privateigentum geltend gemacht werden kann. „Aber dafür bräuchte es ein qualifiziertes Quorum von drei Fünftel. Und die dafür nötigen Stimmen gibt es nicht“, erläutert der Agraringenieur.

Sieben Minister aus Piñeras Kabinett sind selbst Eigentümer von Wasserrechten

Zudem hat Präsident Sebastián Piñera schon während seiner ersten Wahlkampagne versprochen, Rechtssicherheit dafür zu schaffen, dass das Privateigentum an Wasser und die Verordnung zum Forstrecht unberührt bleiben. Nun regiert er gemäß dieser Aussage. Die Erkenntnis, dass sieben Minister aus Piñeras Kabinett selbst Eigentümer von Wasserrechten sind, ist auch Mundacas Arbeit zu verdanken. In einem Artikel von Anfang Oktober berichtete BBC Chile, dass der chilenische Agrarminister Antonio Walker Minderheitsgesellschafter von drei Unternehmen ist, die über Wasserrechte verfügen. In Bezug auf den Umfang der Nutzungsrechte wird er mit den Worten zitiert: „Vielleicht sind es 400 Liter Wasser pro Sekunde“.
An das Berliner Publikum gerichtet, sagte Mundaca, die Menschen in Europa „wissen nicht, dass 71 Prozent der Wassernutzungsrechte, die auf die Bereitstellung von Strom aus Wasserkraftweken abzielen, im Besitz der italienischen Firma ENEL sind; die Italiener sind Eigentümer der Flüsse im Land.” Erst vor wenigen Wochen hat die chilenische Regierung den Fluss Renaico zur Versteigerung freigegeben, der Grenzfluss zwischen den Regionen Bío-Bío und Araucanía. Mundacas Wissen nach seien es vor allem transnationale Unternehmen mit Sitz in Europa, die sich die Flüsse Chiles aneignen und die natürlichen Ressourcen durch exzessive wirtschaftliche Nutzung immer weiter verringern. Und das in einer Zeit, in der die Regierung mehrere Regionen zu Wassernotlagegebieten (zonas de emergencia hídrica por sequía) erklärt hat und der Klimawandel und die Trockenheit nicht mehr aus dem aktuellen Diskurs wegzudenken sind. Erst im September war Valparaíso aufgrund der vor Ort herrschenden Dürre zum Wasserkatastrophengebiet erklärt worden.
Die Jury des Internationalen Nürnberger Menschenrechtspreises appellierte in ihrer Begründung auch an die Verpflichtung Chiles zu den Zielen für nachhaltige Entwicklung (SDGs) der Vereinten Nationen. Konkret gehe es hierbei um das sechste Entwicklungsziel in der Agenda 2030: die Verfügbarkeit und nachhaltige Bewirtschaftung von Wasser und Sanitärversorgung für alle zu gewährleisten. Dafür kämpfen Organisationen und Aktivist*innen wie Rodrigo Mundaca angesichts der politischen Untätigkeit, die bislang nur den Interessen von Großunternehmer*innen zuspielt. Umso wichtiger also, dass die Nürnberger Jury diese Arbeit mit dem Internationalen Menschenrechtspreis würdigt.

 

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