Español | México | Nummer 594 - Dezember 2023

Muro digital

Cómo el futuro de los y las migrantes en México depende de una aplicación estadounidense para smartphone

Las personas que quieren solicitar asilo en Estados Unidos intentan conseguir una cita para cruzar la frontera legalmente a través de una aplicación para celulares de las autoridades de ese país. La aplicación se asemeja a una lotería, ya que sólo se asignan 1.450 citas al día entre decenas de miles de solicitudes. La política fronteriza y de inmigración de Estados Unidos no sólo tiene un impacto significativo en el comportamiento migratorio de cientos de miles de personas, sino también en el trabajo de los albergues mexicanos para migrantes.

Von Antonia Jordan & Indi-Carolina Kryg, Ciudad de México / Tijuana

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Esperando la decisión de la aplicación Delante del albergue para migrantes Casa Tochan en la ciudad de México (Foto: Lilia Tenango)

En medio de la pandemia de COVID-19, en octubre de 2020, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés) introdujo la aplicación CBP One para aumentar el control y así reducir la migración. La nueva aplicación llegó en el contexto de dos medidas existentes en materia de inmigración y fronteras que eran fundamentales para la dinámica migratoria en ese momento: en primer lugar, el acuerdo binacional “Quédate en México” (MPP, por sus siglas en inglés) de 2019 a 2022, y en segundo lugar, la ley de salud promulgada entre 2020 y mediados de 2023, conocida como Título 42. Bajo el MPP, los y las solicitantes de asilo tenían que permanecer en México durante meses mientras su caso era estudiado en Estados Unidos. El Título 42, por otro lado, permitía a la Patrulla Fronteriza de EE.UU. deportar directamente a personas mayoritariamente mexicanas y centroamericanas que hubieran cruzado la frontera de EE.UU. de forma irregular sin darles la oportunidad de solicitar asilo. CBP One es, por tanto, otro instrumento para gestionar la migración y reducir los cruces irregulares en la frontera. Ahora es la herramienta central para regular los cruces fronterizos.

Lupe Alberto Flores, antropólogo de la Universidad Rice de Houston, explica a LN que la aplicación se ha utilizado con diversos fines desde su introducción. Se usó durante el MPP para verificar la identidad de las personas que esperaban la decisión estadounidense de asilo en México. La aplicación también se empleó en 2021 para la evacuación de personas de Afganistán y en 2022 para la entrada de personas de Ucrania como parte del programa de protección humanitaria “Unidos por Ucrania”. Los y las venezolanas pueden incluso utilizar la aplicación para solicitar asilo desde Venezuela en determinadas condiciones como parte de otro programa de protección humanitaria. Si se aprueba su solicitud, pueden volar directamente a Estados Unidos. En resumen, cualquier persona no estadounidense que quiera cruzar la frontera por tierra necesita una cita. Esto es especialmente importante cuando se solicita asilo. Cualquier persona que viaje a Estados Unidos sin esta cita puede ser deportada y se le puede prohibir la entrada al país durante cinco años.

En principio, la aplicación está disponible gratuitamente para cualquier persona con un teléfono móvil. Flores describe el funcionamiento de la aplicación como un filtro: además de fotos biométricas en tiempo real y todos los datos personales, también pide información sobre viajes anteriores. Antes de su primer contacto con agentes fronterizos estadounidenses, ellos comprueban si las personas han sido condenadas o han cometido delitos. Además, la aplicación siempre pregunta por la ubicación actual. Esto es importante porque la aplicación sólo funciona al norte de Ciudad de México, lo que significa que las personas tienen que llegar allí primero. En teoría, quienes consiguen una cita pueden cruzar México sin problemas. Sin embargo, según los informes de las personas afectadas y las organizaciones, las y los funcionarios mexicanos suelen exigir dinero para continuar su viaje por tierra.

Flores explica que CBP One es, por tanto, una tecnología “logística” que facilita la entrada, pero al mismo tiempo significa y aplica controles de inmigración más estrictos. Según Flores, hasta agosto de este año, el 90 por ciento de los y las solicitantes de asilo con cita previa pudieron cruzar la frontera para solicitar asilo en Estados Unidos. Dado que ofrece la posibilidad de entrar legalmente a EE.UU., la aplicación está bien valorada por las personas en tránsito. Un hombre de Uzbekistán dijo a LN en Tijuana: ”Puedes descargarte la aplicación aquí y utilizarla para entrar a Estados Unidos. Es genial. No necesitas visado y te aceptan sin más”.

La aplicación tiene carácter de lotería

El proceso resulta problemático para las personas que no tienen móvil o cuyos teléfonos no cumplen los requisitos técnicos de la aplicación. Además, muchas personas que viajan por distintas ciudades y países suelen tener un acceso limitado o nulo a internet. Flores también describe el proceso de solicitud de cita como un laberinto en el que varios caminos pueden llevar al destino. Sin embargo, los errores técnicos o la información introducida incorrectamente también pueden conducir a un callejón sin salida. Estos momentos causan un enorme estrés, ya que en tales casos hay que anular y renovar inscripciones enteras. La psicóloga Janett De Jesús del albergue para migrantes Casa Tochan, en Ciudad de México, subraya en la entrevista con LN que la aplicación CBP One tiene un impacto significativo en la psique de las personas. Aparte de la satisfacción de tener una forma legal de entrar en EE.UU., la frustración y la desesperación van en aumento. Esto se debe a las numerosas incertidumbres técnicas y estratégicas, pero también a los numerosos rumores sobre el éxito del procedimiento, actualmente muy extendido. Muchas personas tampoco son capaces de evaluar las implicaciones de haber introducido sus datos. La aplicación también ha sido noticia desde el principio porque no suele reconocer las fotos en tiempo real de las personas de piel oscura. Otro factor de frustración es el carácter arbitrario de la lotería, que puede suponer una gran prueba de estrés para las personas. Flores explica que la selección para las citas es un proceso de dos vías: El 50 por ciento de las solicitudes se seleccionan al azar, mientras que la lógica para asignar el otro 50 por ciento se basa en la fecha de inscripción. Por ello, los tiempos de espera varían mucho y van desde unos pocos días o semanas hasta varios meses, un tiempo muy largo para las personas en situación precaria. También sufren la incertidumbre diaria de cuánto tiempo tendrán que esperar. Por tanto, el tiempo de espera no sólo está asociado a la paciencia y los nervios, sino también, en caso de duda, a costos y riesgos considerables en México.

Quienes ya no pueden esperar más deciden seguir viajando irregularmente hacia el norte. La psicóloga De Jesús afirma: ”El nivel de desesperación es tan grande que la gente está dispuesta a hacer lo que sea para conseguir la cita. Esto implica volver a rutas migratorias conocidas como el tren, donde la gente se expone a peligros como asaltos, secuestros o accidentes”. En respuesta al aumento de cruces irregulares de la frontera en septiembre, Estados Unidos y México han decidido conjuntamente nuevas medidas disuasorias. Entre otras cosas, se deportará a sus países de origen a cada vez más personas que permanezcan en las ciudades fronterizas del norte de México sin permiso de residencia y se pondrá fin al uso de trenes de mercancías como medio de transporte. La ”nueva” situación resultante de la aplicación significa que los albergues para migrantes también deben adaptar su trabajo con y para las personas en tránsito. Esto incluye la familiarización del personal y los voluntarios con la aplicación CBP One y sus funciones, ya que la demanda de ayuda con el registro es alta. Maricela Reyes, que trabaja en Casa Tochan, subraya en una entrevista con LN que esto no es tan fácil, ya que la funcionalidad de la aplicación cambia constantemente. Explica que el albergue trabaja constantemente al límite. Aunque Casa Tochan solo tiene camas para 46 residentes, acoge a mucha más gente: a mediados de septiembre, había unas 150 personas, para las que el personal incluso tuvo que levantar temporalmente una gran tienda de campaña frente a la entrada para que pudieran pasar la noche allí. La directora del albergue de migrantes, Gabriela Hernández, dijo a LN que el Estado mexicano necesita urgentemente tomar medidas políticas para dar a estas personas un permiso de residencia temporal mientras esperan: ”Si tuvieran una visa humanitaria, se les permitiría trabajar. Así podrían trabajar en paz e independizarse, pagar el alquiler y esperar su cita. Sería otra forma de acabar con el hacinamiento en los albergues. En lugar de eso, el gobierno se centra en impedir que la gente viaje a Estados Unidos de forma irregular y deportarla”.

El propio Gobierno mexicano se ha pronunciado positivamente sobre la posibilidad de cruzar la frontera legalmente utilizando la aplicación CBP One. El presidente López Obrador también lo hizo en agosto en una carta al presidente estadounidense Biden.

Activistas de derechos humanos y afectados emprenden acciones legales contra la app

La evolución futura de la situación es incierta. En primer lugar, sigue sin estar claro hasta qué punto se utilizarán en el futuro las grandes cantidades de datos recopilados de los y las usuarias de CBP One. En segundo lugar, quienes crucen la frontera utilizando la aplicación se enfrentarán a un proceso judicial en EE.UU. en el que se dictará sentencia definitiva sobre su solicitud de asilo. En tercer lugar, no está claro si el uso de la aplicación es ilegal en el contexto de la legislación estadounidense sobre asilo y si puede seguir utilizándose de esta forma. Las organizaciones de derechos humanos y solicitantes de asilo han presentado conjuntamente una demanda contra este procedimiento. La nueva estrategia estadounidense en nombre de una ”migración segura, ordenada y regular” crea así una forma legal de entrar en Estados Unidos, pero restringe el derecho de asilo. Los costes y riesgos asociados recaen sobre las personas en tránsito, que se ven obligadas a permanecer más tiempo en México en una situación de inseguridad (véase LN 582). Además, la mayor carga de trabajo recae sobre numerosas organizaciones de la sociedad civil en México que están a la cabeza de la lucha por el trato humano y el respeto de los derechos humanos de migrantes y refugiados. Según Flores, la aplicación ha añadido un muro digital al muro físico, que primero debe ser cruzado para poder presentar una solicitud de asilo. En definitiva, se trata de una medida más de externalización por parte de EE.UU. para controlar la migración hacia el norte ya desde México.

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