LYRIK AUS LATEINAMERIKA

De periférico a Madrid

Yo atravesaba un puente
en la mañana de un miércoles, de un jueves.
Los puentes son pura soledad a las 5 aeme:
Su hueso cuelga helado.
Hay homicidios o churros calientes, pero no locos,
sí pervertidos o señoritas decentes.
Yo andaba por el puente cuando/ mientras/ para.
¿cómo le explico de mi pasarela por sus andamios?
Allí era sigilo. Abajo el camión a Izazaga, el fordcito rojo, la ardiente prisa.
Sabía de mí como se entera uno de las corrientes de aire. Es que uno es otro
cuando recorre un puente. Sin metáforas, sin oxígeno,
la vida repartida en peldaños miserables.
Descubierto todo: su errática existencia, su débil osamenta
y el paso y paso de todos, de cualquiera.
Yo atravesaba un puente.

 

Vom Autobahnring nach Madrid

Ich überquerte eine Brücke
an einem Mittwoch-, einem Donnerstagmorgen.
Brücken sind pure Einsamkeit um 5 Uhr früh:
Ihr Knochen hängt eisig.
Es gibt Morde oder heiße Churros, aber keine Verrückten,
wohl Perverse oder anständige Fräulein.
Ich ging über die Brücke als/ während/ damit.
Wie kann ich Ihnen meinen Weg über ihr Gerüst erklären?
Dort war vorsichtige Stille. Unten der Bus nach Izazaga, der kleine rote Ford, die brennende Eile.
Sie wusste von mir, wie man Luftströme bemerkt. Man ist halt ein anderer,
wenn man über eine Brücke läuft. Ohne Metaphern, ohne Sauerstoff,
das Leben verteilt über elende Stufen.
Alles aufgedeckt: die unstete Existenz, das schwache Gerippe
und das Vorbei und Vorüber von allen, von irgendwem.
Ich überquerte eine Brücke.

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