LYRIK AUS LATEINAMERIKA

Ícaros
El olfato que era tan mío
que recorría las brasas del mar
y sus pliegues marinos.

Y, que de mis caras,
exhibía la de niño,
mostraba la mueca animal.

Ya no puedo asegurar o contradecir
el ensueño del destino
aquella fábula de vuelo dorado
hacia un eterno sol esquivo.

Así vuelan los ícaros sin suerte.

Y cuando llegue el retorno,
la caída al origen,
habrán plumas que arden en la sal.

¿Dónde estás? pregunta la furia de niño,
mi mejor máscara animal.

 

Ikarus
Der Geruchssinn, der mir so eigen war
der die Glut des Meeres
mit seinen Seefalten durchkämmte.

Und unter all meinen Gesichtern
offenbarte sich das des Kindes.
Es zog eine Tiergrimasse.

Ich kann dem Schicksalstraum
weder zusprechen noch widerstehen
dieser Fabel vom goldenen Flug
zu einer flüchtigen Sonne.

So fliegen die Ikarusse glücklos dahin.

Und wenn die Rückkehr ansteht,
der Fall in den Ursprung,
lassen sie Federn, die im Salz verbrennen.

Wo bist du? fragt die Kinderfurie,
meine liebste Tiermaske.

 

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