Y UN PEQUEÑO MILAGRO CADA MES

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Foto: Jan-Holger Hennies

Era un soleado día de mayo de 1973 cuando quince o veinte jóvenes, todos ellos recién llegados a Alemania del agitado clima político chileno, se reunieron en un prado verde bajo un cerezo en Hessen para pensar juntos cómo ayudar al pueblo chileno, que atravesaba una difícil situación, y al Gobierno de la Unidad Popular, mediante información educativa (¿conferencias, artículos?) y apoyo práctico (¿bicicletas, por ejemplo?). El ambiente era positivo, incluso optimista, teniendo en cuenta las malas noticias que llegaban en su mayoría del otro lado del Océano Atlántico: asesinatos políticos organizados por grupos de extrema derecha, la inflación en rápido aumento, la escasez de suministros en todas partes. Sin embargo, el grupo estaba animado y no se imaginaba que el “experimento “, una profunda agitación política y social mediante un Gobierno electo, pudiera fracasar. Así se fundó el comité “Solidaridad con Chile”, cuya tarea principal era organizar ayuda práctica para las personas pasando aún más hambre durante el invierno chileno. Más para la comunicación interna del círculo que para la educación de la sociedad alemana occidental, se decidió compilar, cada 14 días, unas páginas con las informaciones más importantes sobre Chile y consejos en cuestiones prácticas. Los textos breves debían recopilarse “primero” en Berlín (Occidental).

Los comienzos

El momento había llegado: el 28 de junio de 1973, un jueves, como ocurriría de allí en adelante. A las siete de la tarde, seis —¿o siete?— personas se reunieron y planificaron el contenido de las páginas del primer número de la revista: comenzando con un breve informe “Sobre los acontecimientos en Chile”, seguido por referencias a materiales informativos, eventos, etcétera; y al fin de la página, también los nombres y direcciones de los implicados. Después de la sopa de frijol, que durante meses se convirtió en un elemento fijo de la tarde de producción, pusimos manos a la obra y, al cabo de tres horas, todos los textos estaban escritos y cuidadosamente mecanografiados en siete matrices Ormig. La noticia del intento fallido de golpe de Estado el día anterior en Chile apenas pudo acomodarse. A la mañana siguiente, se hicieron 50 copias de cada matriz, se clasificaron, se metieron en sobres y se llevaron a correos. Además de los miembros del comité, se pidieron donativos a algunos amigos para sufragar los gastos de producción, que se recibieron rápida y abundantemente.

La noticia de la existencia de esta fuente de información se extendió rápidamente, y en el quinto número —dos meses más tarde— hubo que retirar 200 ejemplares de las matrices para satisfacer la demanda. Pero eso era lo máximo que las matrices podían producir en aquel momento.

El número de involucrados también aumentó con rapidez. Pronto acudieron a ayudar diez, quince, veinte personas interesadas. Se hizo necesaria una reunión adicional el jueves, que hasta ese entonces había sido el día “libre”, para preparar el siguiente número. Por supuesto, todos en nuestras filas estaban convencidos de que la protección constitucional estaba implicada; no obstante, los nombres de los implicados se imprimieron valientemente. Los participantes chilenos en el Festival Mundial de la Juventud en Berlín (Oriental) debían recibir algunos ejemplares del número 3, pero la Policía Popular del paso fronterizo de la calle Heinrich-Heine estuvo vigilante y confiscó el pequeño folleto informativo tras un largo control del contenido. En el viaje de vuelta, los ejemplares fueron devueltos, porque la Policía Popular tampoco los quería como regalo.

Un intento de organizar un evento informativo en Berlín Occidental con la gente de Chile del festival fracasó porque esto sólo habría sido posible en conjunto con la FDJW (la Juventud Alemana Libre de Berlín Occidental), que impuso como condición que en el evento no se hubiera espacio de discusión: “Mejor ningún evento que uno descontrolado”.

Cualquiera que lea hoy los textos de los cinco primeros números de CHILE-NACHRICHTEN comprobará que estos muestran con toda claridad la inevitabilidad de un golpe de Estado de la derecha en Chile. Esto no fue intencionado, al contrario. Al discutir y escribir, todo el mundo era más o menos optimista de que todavía se podía cambiar la marea. Parecía demasiado escandaloso que el mundo se atreviera a tolerar un golpe contra un Gobierno electo.

La conmoción fue aún mayor cuando el golpe se produjo finalmente el 11 de septiembre de 1973. Para CHILE NACHRICHTEN esto significó de inmediato un fuerte aumento de la demanda y el procesamiento de más noticias, informaciones, manifestaciones de solidaridad. Ahora había que imprimir bien. En noviembre, la tirada era ya de 6000 ejemplares, cuya producción no supuso ningún problema financiero gracias a las ricas donaciones. El número 10 se publicó con un alcance considerablemente mayor; un amigo inglés llamó desde Londres durante una reunión editorial posterior: “¡Están locos! ¡Sesenta páginas!”Muy pronto, a finales de 1973, quedó claro que el calendario de publicación quincenal no podía mantenerse. La pequeña revista, cada vez más densa y pronto ampliada con números especiales —inicialmente gratuitos— con fines de documentación, sólo podía publicarse mensualmente. El estudio, la enseñanza, la investigación, la actuación, en resumen: la vida normal no podía subordinarse por completo al trabajo en la revista.

El archivo

A medida que los apartamentos de los y las integrantes de la redacción se llenaban de documentos importantes que nadie quería desechar, surgió la necesidad de construir un archivo. Esto no habría sido posible sin el apoyo y la infraestructura de la Comunidad de Estudiantes Evangélicos de la Universidad Técnica de Berlín.  En torno al archivo se fundaría pronto como asociación sin fines de lucro el Centro de Investigación y Documentación Chile-Latinoamérica (FDCL), que fue ampliando sus actividades con el tiempo. Cuanto más clara se volvían las violaciones a derechos humanos de la junta militar, sobre el carácter criminal del régimen de Pinochet mismo, sobre la imprudente política económica de los Chicago Boys y sobre las relativamente buenas relaciones del régimen con importantes figuras de la política y economía de la República Federal de Alemania; las y los integrantes de la redacción reconocían el valor de su trabajo al servicio de la información y la solidaridad cada vez más.

Solidaridad creciente

Junto a las CHILE-NACHRICHTEN (¿o sobre ellas? ¿en torno a ellas?), surgió en Berlín Occidental, directamente después del golpe de Estado, el Chile-Komitee, desde donde se organizaron manifestaciones, protestas y acciones de apoyo para las personas refugiadas que llegaron a Berlín. No se olvida —pese a las duras negociaciones previas con los comunistas de Berlín occidental del Partido Socialista Unificado de Berlín Oeste (SEW)— la gran manifestación de 30 mil personas el 4 de noviembre de 1973. Tampoco se olvida cómo durante la Copa Mundial de Fútbol de 1974, durante el partido de Chile contra Alemania, una enorme bandera chilena ondeó en la cancha en el medio tiempo, con el mensaje “CHILE SÍ — JUNTA NO”. Desde luego, el Chile-Komitee también fue un espacio de arduos debates políticos, en los que las CHILE-NACHRICHTEN no solo recibieron elogios. Si bien los Jóvenes Socialistas, inicialmente muy involucrados, percibían a la revista con cierta generosidad paternal, los spontis consideraban a la redacción como poco radical y demandaban con frecuencia una mayor consideración de las corrientes revolucionarias en Chile, como el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) —incluso cuando estas corrientes tenían poco o nada en común con los spontis. Para muchos miembros habría sido preferible que la revista se convirtiera formalmente en un órgano del Komitee pero, como ello habría implicado demasiado trabajo de control, la independencia de la redacción se mantuvo siempre. Fundamentalmente, la redacción estaba organizada de manera poco rígida y tan espontánea como el Komitee. La participación era absolutamente voluntaria y además anónima, puesto que nadie quería divulgar los nombres de miembros del equipo a la inteligencia chilena.

Conflictos ideológicos

Un miembro del Komitee abogaba incansablemente por agilizar el trabajo a partir de principios organizacionales claros. Sin embargo, este enviado oficial de la Liga contra el Imperialismo, una organización de fachada del Partido Comunista de Alemania (KPD) maoísta, no encontró simpatía hacia sus propuestas de elegir un consejo y establecer un secretariado. A los otros maoístas de la Liga Comunista de Alemania Occidental (KBW) se les ocurrió otra cosa. Enviaron a un camarada —le llamaremos Fritz— a la redacción de las CHILE-NACHRICHTEN, donde consiguió hacer amigos con diligencia y prudencia. Un día Fritz declaró que se ausentaría por tres semanas porque debía dedicarse a estudiar un documento. Tres semanas más tarde, trajo a otro camarada, y ambos asumieron la tarea de iluminar a la redacción en que las CHILE-NACHRICHTEN estaban objetivamente al servicio de la contrarrevolución, puesto que no seguían fielmente la línea de la República Popular China de apoyar al “tercer mundo” —incluido Pinochet— contra el imperialismo. Los dos enviados del KBW solicitaron sacar de la redacción a todo aquel que no quisiera seguir la línea correcta. Perdieron con dos votos contra 18, desaparecieron y no fueron vistos por un largo rato, hasta que Fritz —ya purgado hacía tiempo— apareció en un buen proyecto vecino del Mehringhof.

Caos constructivo

El trabajo de la redacción era algo descoordinado. Ya en aquel entonces, cada edición tenía una nueva coordinación. Sin embargo, por lo general, todo se mantenía abierto hasta el último minuto; por ello, ya en aquel tiempo, las noches de producción se extendían hasta altas horas de la madrugada.

Por un buen tiempo, lo más caótico fue la situación financiera. Tras el golpe de Estado en Chile, la revista recibió muchas suscripciones de individuos, grupos y librerías. Pero nadie tenía tiempo para ocuparse de las cuentas pendientes. La revista se encontraría pronto al borde de la ruina  —hasta que alguien tuvo la idea de llamar a las y los suscriptores a saldar sus deudas—. El excedente fue tal que la redacción decidió ofrecer una revista similar en idioma español a las personas refugiadas chilenas en Berlín Occidental para sus pares en Europa. Bajo el nombre “CHILE COMBATIENTE” y “SÍ, COMPAÑERO” se publicaron un par de ejemplares, hasta que conflictos partidarios dentro de los grupos de refugiados y refugiadas complicaron cada vez más el trabajo. El dinero tampoco habría alcanzado para mucho más.

A mediados de los setenta quedó claro que, si bien Chile representaba un caso especialmente flagrante de combinación de gobierno militar autoritario y políticas económicas ultraliberales, los demás países sudamericanos seguían cada vez más su ejemplo. En Uruguay, los militares habían asumido el poder casi simultáneamente. Brasil y Perú ya eran dictaduras militares.A más tardar con el golpe en Argentina en 1976 se hizo evidente que se trataba de  una tendencia generalizada que debía interesar a la redacción de las CHILE-NACHRICHTEN. Como resultado, se publicaban cada vez más artículos sobre los vecinos de Chile, hasta que eventualmente se encontraron ante la decisión de ampliar fundamentalmente tanto el contenido como el título de la revista. Como todos los cambios fundamentales en la historia de la publicación, la discusión al respecto fue intensa; pero con el número 51, y con el inicio del quinto año de publicación en el verano de 1977, el momento había llegado. A partir de ese momento, la revista se llamaría LATEINAMERIKA NACHRICHTEN; el nombre CHILE-NACHRICHTEN se mantuvo once años más como subtítulo y aparecía con un dejo de vergüenza en el Impressum, la declaración legal de autoría y propiedad. Las CHILE-NACHRICHTEN se volvieron parte de la historia. Ahora la redacción está conformada por jóvenes que no habían nacido cuando ya se había sepultado el nombre CHILE-NACHRICHTEN. Eso es digno de celebración.

GEWERKSCHAFT DER HUREN

„Wir existieren, arbeiten, leisten Widerstand!“ Illustration aus einer Broschüre von AMMAR

Missbrauch, Ausbeutung, Diskriminierung: Es gibt wohl kaum eine Form der Misshandlung, die Sexarbeiter*innen in Argentinien nicht erlitten haben. So blieben sie eine marginalisierte Gruppe, die oft lediglich mit Menschenhandel und Zuhälterei in Verbindung gebracht und unter dem Einfluss konservativer Kräfte nie wirklich anerkannt wurde. Dies änderte sich erst, als Ende 1994 mit der Gründung der Argentinischen Vereinigung der Prostituierten (AMMAR) eine Gewerkschaft der Sexarbeiter*innen entstand. Als Antwort auf die polizeiliche Repression gegen Straßen-Sexarbeit begannen Frauen und Travestis (Travesti ist ein Eigenbegriff, der eine lateinamerikanische politische Identität von transfem, transgender Personen beschreibt) sich als Arbeiter*innen zu organisieren, um gemeinsam für eine Entkriminalisierung und Regulierung ihrer Arbeit zu kämpfen.

Im Laufe der Jahre und unter den verschiedenen Regierungen gelangt es AMMAR, in Zusammenarbeit mit anderen Organisationen noch sichtbarer zu werden. So kooperiert die Gewerkschaft mit dem Red de Trabajadores Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (Vernetzung von Sexarbeiter*innen Lateinamerikas und der Karibik) und wurde Teil des Gewerkschaftsbundes Central de los trabajadores argentinos (CTA).

Hure, Peronistin, Feministin

Dabei hat sich der von den Sexarbeiter*innen geführte Kampf um die Veränderung ihrer Realität bis heute grundlegend gewandelt. Das liegt vor allem am Engagement von Georgina Orellano, die sich selbst als „Hure, Feministin und Peronistin“ bezeichnet. Orellano ist nationale Generalsekretärin der AMMAR und weiß als Sexarbeiterin nur zu gut, mit wem sie sich anlegt: der Polizei, der Kirche, der argentinischen Rechten und einem Business, welches mit großen Summen von Geld handelt.

Oralleno und ihre Mitstreiter*innen werden nicht müde, den Unterschied zwischen Sexarbeit und Menschenhandel zu betonen. Schließlich können sich volljährige Personen durchaus freiwillig und selbstbestimmt dazu entscheiden, als Sexarbeiter*in tätig zu werden. Um dieses Thema dreht sich auch Orellanos neues Buch Puta feminista. Historias de una trabajadora sexual, in dem sie auf der Grundlage ihrer eigenen Erfahrung vom Berufsalltag erzählt.

Im Zuge der Corona-Krise hat AMMAR erstmalig begonnen, mit dem Staat zusammenzuarbeiten. Die Kooperation mit dem Ministerium für soziale Entwicklung und dem Ministerium für Frauen, Geschlechter und Diversität stellt für die Gewerkschaft eine Zäsur dar. Zunächst wurde dabei an Lösungen für die durch die Anti-Corona-Maßnahmen noch verschlimmerte Prekarisierung der Sexarbeitenden gearbeitet.

Für die Entkriminalisierung und Regulierung von Sexarbeit

Der Corona-Lockdown hat die Sexarbeiter*innen besonders hart getroffen und ihre Arbeitsmöglichkeiten stark eingeschränkt. Gesundheitsmaßnahmen, unter denen sie ihre Tätigkeit hätten weiterführen können, wurden nicht definiert, gleichzeitig verschlimmerte sich die Wohnungskrise. Denn durch die Illegalisierung ihrer Arbeit sind Sexarbeiter*innen vom regulären Wohnungsmarkt ausgeschlossen. Die Hotels und Pensionen jedoch, die den meisten von ihnen Unterschlupf boten, zogen in der Krise ihre Preise stark an. Sexarbeiter*innen ohne gültige Papiere waren davon besonders betroffen. Diese Situation machte diese Gruppe noch verletzlicher und trieb viele in die Obdachlosigkeit.

Um dieser prekären Situation zu entkommen, begann die Zusammenarbeit mit der Regierung von Alberto Fernández. Ziel war unter anderem, dass die Unterkunftskosten für Hotels und Pensionen anteilig vom Staat übernommen werden sollten. Gleichzeitig wurde die Casita Roja (rotes Häuschen) im für Sexarbeit bekannten Barrio Constitución in Buenos Aires eröffnet. Dieses bietet umfassende Beratungs- und Betreuungsangebote für Sexarbeiter*innen.

Tausende Anträge auf soziale Unterstützung wurden dort bereits bearbeitet. Zudem werden die Angebote ausgeweitet: So ermöglicht eine Ciudadanía porteña genannte Karte Vergünstigungen beim Kauf von Nahrungsmitteln, es gibt medizinische Sprechstunden und Impfungen gegen das Coronavirus. Zusätzlich werden Identitätsdokumente für illegalisierte Migrant*innen aus Lateinamerika und Afrika ausgestellt, unabhängig davon, ob diese in der Sexarbeit tätig sind oder nicht. Vor allem letzteres führte zu einer sehr hohen Nachfrage von Migrant*innen, die bisher anonym auf den Straßen lebten und die nun vom nationalen Personenregister Registro Nacional de las Personas (RENAPER) erfasst werden.

Die Aktivitäten der Gewerkschaft bleiben nicht auf die Hauptstadt beschränkt: In der Provinz Córdoba hat AMMAR eine Primärschule eröffnet. Diese steht der ganzen Bevölkerung offen und kann die offiziellen Abschlüsse des Bildungsministeriums verleihen. Da es vielen Sexarbeiter*innen auf Grund ihres sozioökonomischen Hintergrunds nicht möglich war, eine umfassende Schulbildung zu erhalten, soll es ihnen diese auch von Sexarbeiter*innen geführte Schule ermöglichen, wenigstens in Teilpräsenz am Unterricht teilzunehmen.

Bisher sind Sexarbeiter*innen vom regulären Wohnungsmarkt ausgeschlossen

Doch damit ist es noch lange nicht getan, AMMAR hat noch größere, grundsätzlichere Ziele: Die Anerkennung der Organisation durch das Arbeitsministerium etwa, was den Ausbruch aus der Illegalität bedeuten und die ständigen Konflikte mit der Polizei beenden würde. Zusätzlich wäre damit der Zugang zu Krankenversicherung und Rente garantiert. Außerdem wird die Abschaffung der Artikel der sogenannten Códigos Contravencionales gefordert, welche den zwischen Staat und Gewerkschaft geschlossenen Vereinbarungen zuwiderlaufen und die Sexarbeit weiterhin kriminalisieren.

Die Einzigartigkeit der von AMMAR geleisteten Arbeit, in schwierigen Zeiten Unterstützung nicht nur für Sexarbeiter*innen zu leisten, geht konform mit den von der Organisation vertretenen peronistischen Werten und ist auch eine Strategie, die Gewerkschaft sichtbar zu machen und erfolgreiche Vereinbarungen mit dem Staat zu treffen.

Diese Revolution der Huren hat die Vorstellung der argentinischen Gesellschaft von Sexarbeit in den letzten Monaten grundlegend beeinflusst. Es ist ihr gelungen, einen großen Teil der Berufstätigkeit, der über Jahrzehnte unterdrückt wurde, zu entstigmatisieren, konservative Kräfte herauszufordern, eine solidarische Perspektive aufzuzeigen, aber vor allem, ein Paradigma zu reformulieren: Sexarbeit ist Arbeit und auch eine freie Entscheidung.

IMMER GEGEN DENSELBEN FEIND

Isidoro Bustos Valderrama (Foto: Privat)

Wenn ich mich an Don Isidoro erinnere, denke ich an die Telefonate, die wir geführt haben, und ich erinnere mich, wie sie immer mit „Don“ begannen. Von denen gab es sehr viele, nachdem wir uns in Berlin wieder getroffen hatten, in dieser Stadt, in der die Erinnerungen an die harten Jahre der Militärdiktatur immer präsent waren. Wir waren gebrandmarkt durch den 11. September 1973, durch die Erfahrung, die 1.000 Tage unseres Präsidenten Salvador Allende, welcher eine nie vorher da gewesene politische Bewegung für Frauen und Studierende, Arbeiter*innen und Intellektuelle, Landarbeiter*innen und das Volk anführte. Es waren diese Erinnerungen, die uns immer wieder überkamen.

Ich hatte die Ehre, Isidoro Bustos Valderrama kennen zu lernen, in einem der vielen Gefangenenlager, durch die mich mein Weg nach dem Militärputsch vom 11. September 1973 führen würde. Es war im Lager Chacabuco, dem zweitgrößten nach dem Fußballstadion „Estadio Nacional de Chile“, das von der Diktatur als Gefangenenlager benutzt wurde. Wir waren damals keine besonders engen Freunde, wohl aber Gefährten in der Gefangenschaft und irgendwie kannte man sich immer auf die eine oder andere Weise. Man wusste, wer wer war und Isidoro war damals schon Jurist und militanter Sozialist, ein Mann mit starkem Charakter, der konsequent seinen Idealen und Prinzipien folgte. Während seiner Zeit im Gefangenenlager hatte er, zusammen mit seinen Kolleg*innen, von denen er einer der jüngsten war, immer geheime Aufgaben. Einiges von dem, was sie dort aufschrieben, wurde an internationale Organe wie die Menschenrechtsabteilung der Vereinten Nationen oder das Internationale Rote Kreuz übergeben, während andere Schriften und Dokumente noch immer versteckt überdauern zwischen den Balken und Trümmern des Konzentrationslagers – als stumme Zeugen dieser Zeit der Zwangsinternierung, an die sich Isidoro immer mit innerlicher Bewegung erinnerte.

Nach vier Jahren, 1978, trafen wir uns in dieser Stadt wieder, in Berlin. Endlich frei, wenngleich ich noch zwei Jahre länger in politischer Gefangenschaft als Isidoro gewesen war, konnte ich Isidoro in die Arme schließen. Wie groß war die Freude des Wiedersehens und unsere ersten Gespräche handelten natürlich von den langen Monaten, die wir im lebensfeindlichen Konzentrationslager Chacabuco eingesperrt waren. Inmitten der Atacama-Wüste, bei Temperaturen, die tagsüber 45 Grad erreichten und nachts auf 8 oder 10 Grad unter Null fielen. Isidoro lebte bei unserem Wiedersehen bereits seit vier Jahren in Berlin, war an der Freien Universität Berlin und promovierte in Politikwissenschaft. Nach meiner Ankunft im Jahr 1978 entwickelte sich eine Freundschaft und ich schloss mich ihm in der Gewerkschaftsarbeit an. Dabei behielten wir immer unsere politischen Differenzen bei und respektierten sie, da wir in unterschiedlichen politischen Lagern kämpften, aber immer gegen denselben Feind: die Militärdiktatur in Chile, die durch Feuer und Blutvergießen über das Land gekommen war und von Augusto Pinochet Ugarte angeführt wurde.

Isidoro war Gewerkschaftsvertreter der „Central Única de Trabajadores de Chilenos“ in Deutschland mit Sitz in Berlin, unsere Hauptaufgabe war es, Verbindungen mit der deutschen Gewerkschaftsbewegung, insbesondere dem Deutschen Gewerkschaftsbund (DGB), aufzubauen. Wir arbeiteten auch direkt mit der Bildungsgewerkschaft (GEW), der IG-Metall und anderen Metallarbeiter*innengewerkschaften zusammen. Es gab eine große Anstrengung ihrerseits, den Kampf des chilenischen Volkes zu unterstützen. Isidoro war sehr solidarisch und arbeitete für die Einheit des Widerstandes. Er hielt Kontakt zu allen chilenischen politischen Strömungen gegen die Diktatur, die es in Deutschland und in Berlin gab.

Wie die meisten Chilen*innen, die ins Exil gingen, hatte auch die Familie von Don Isidoro sich hier in Berlin wieder zusammengefunden. Ich durfte sie kennen lernen und so wie er, war auch seine Frau und Gefährtin Mireya. Wir, die engsten Freund*innen der Familie nannten sie liebevoll Mireyita. Sie war eine Person mit großem politischem Interesse, die sich mit anderen Frauen in der Chile-Solidarität engagierte. Isidoro und Mireya haben zwei Söhne, Rodrigo und Gonzalo, die sich ebenfalls auf die eine oder andere Weise an den Aktionen gegen Pinochet beteiligten. Isidoro, der große Bewunderung und großen Respekt für seine Gefährtin hegte, sagte mir einmal, dass er gern ein Buch schreiben würde, in dem die Hauptfigur Mireya sein würde. Er schrieb 1987 tatsächlich ein Buch, allerdings eines, das sich mit Aspekten der Verfassung Pinochets beschäftigte. Ein Buch, das heute einen ganz besonderen Wert als Dokument bei der Diskussion über eine neue Verfassung für Chile hat: Die Verfassung der Diktatur. Die Entwicklung der Grundrechte in Chile.

Es fällt mir schwer, diese Chronologie über meinen Freund und Mitkämpfer hier zu schließen. Dank seiner beiden Söhne, die einer Liste von Personen außerhalb des unmittelbaren Familienkreises ermöglichte, ihren geliebten Vater zu sehen, konnte ich Isidoro in seinem Pflegeheim bis zuletzt besuchen. Ich bin persönlich dankbar für dieses großartige und wunderbare Entgegenkommen gegenüber seinen engsten Freund*innen, zu denen ich mich selbst und auch José Lagos und seine Frau zähle. Ich spreche hier auch im Namen der Familie Lagos-Miranda und meiner eigenen, Struve-Mardones, wenn ich sage, dass die Zeit, in der wir uns wegen der Pandemie nicht sehen konnten, sehr lang war. Nachdem Besuche wieder erlaubt waren, begannen wir, diese wieder in einem wöchentlichen Rhythmus aufzunehmen. Die fünf Monate, in denen ihn nicht einmal die Familie sehen konnte, waren zu viel für ihn. Als ich ihn das erste Mal nach diesen langen fünf Monaten besuchte, war die Veränderung, die in ihm stattgefunden hatte, schwer zu ertragen. Er war mürrisch und sehr verschlossen. Mich überkam eine große Traurigkeit und ich dachte bei mir, ob Einsamkeit töten kann? Ich fragte mich, ob die letzten Wochen wohl nicht mehr die gleichen gewesen waren wie früher. Die Nachricht von seinem Tod erreichte mich, als ich ihm gerade seine letzte Empanada aufwärmte, gemacht von unserem Genossen Pablo Jeldres, denn an diesem Tag wollte ich ihn noch besuchen! Es war traurig und schmerzvoll mit anzusehen, wie unser lieber Freund Monat für Monat mehr und mehr dahinwelkte und sich auf den Weg zu seiner schon verstorbenen Gefährtin machte, die er sein Leben lang so sehr geliebt hatte und die ihn nun vielleicht an einem anderen Ort im Universum erwarten würde?

Ich kann diese Worte über meinen Freund und Gefährten, Isidoro, aber nicht beenden, ohne vorher auf diese Verse nach Heinrich Heine zu verweisen, die Isidoro selbst geschrieben hat – in einem zehnseitigen Manuskript, das er mir, mit der Bitte um meine Meinung, gegeben hatte. Sie lauten folgendermaßen:

Ihr, Wächter, die ihr in meinem Koffer sucht,
nichts werdet ihr hier finden
die Schmuggelware, die mit mir reist
beschloss ich in meinem Kopf zu verwahren …
… und viele Bücher trag‘ ich im Kopf!
Ich darf es Euch versichern,
mein Kopf ist ein zwitscherndes Vogelnest
von konfiszierlichen Büchern.
Insel Moabit, 25/06/2014

IGEL, BERGBAU UND LAYOUT

Es gab Zeiten, da konnte man sich fast sicher sein, auf der Büroetage der Lateinamerika Nachrichten auf Mathias Hohmann zu treffen. Und dies galt für nahezu jede Uhrzeit. Damals, in den 2000er Jahren, war er der unermüdlichste Layouter des Redaktionskollektivs und hat regelmäßig die Sonntagsschichten der Umbrüche gemacht. Nicht nur für LN layoutete Mathias, auch für befreundete Nichtregierungsorganisationen wie das Forschungs- und Dokumentationszentrum Chile-Lateinamerika e.V. (FDCL) und GegenStrömung, die auch auf der Etage angesiedelt sind, besorgte er den Satz von Broschüren und anderen Veröffentlichungen. Für ihn, so wirkte das Geheimnis seines Layouts oft für uns, war dies ein Leichtes. Doch sein großes Engagement ist nicht der wichtigste Grund, warum sich viele Menschen sehr gerne an Mathias erinnern.

Vor allem war Mathias ein sehr humorvoller Mensch. Mit ihm zusammen am Heft zu arbeiten, war nicht nur ein Genuss, weil er so professionell beim Layout war, sondern weil man auch immer was zu lachen und spaßen hatte.

Dass er auch streitbar und streitlustig war, gehört dazu – eine journalistische Redaktion zieht naturgemäß solche Persönlichkeiten an. Und so hat er auch inhaltlich viel zu den LN beigetragen. Als studierter Bergmann und Umwelttechniker konnte er sehr kenntnisreich die Konflikte um Bergbau und die durch ihn verursachten Umweltzerstörungen, die es überall in Lateinamerika gibt, detailreich erläutern. Insbesondere zu Peru, wo er sich mehrmals auch länger aufgehalten hatte, hatte er viel zu sagen – und zu schreiben, was nicht nur einige Artikel für LN, sondern auch Beiträge für das FDCL zeigen. Eine Zeitlang war es allein ihm zu verdanken, dass Peru überhaupt im Heft vertreten war.

Vor allem war Mathias aber ein liebenswerter, großzügiger und hilfsbereiter Mensch. Wenn er helfen konnte, tat er es. Und die Bulettenberge, die er manches Mal von seiner Mutter aus Sachsen mitbrachte, verteilte er großzügig auf der Etage. Mit einigen Leuten auf der Etage ist er gemeinsam in den Urlaub gefahren, wo er sich zudem als sehr kinderlieb zeigte.

Zum ersten Mal kam er über ein Filmfestival in Kontakt mit LN und dem FDCL und schon bald war er nicht mehr von der Etage wegzudenken. Unvergessen unsere Ungläubigkeit als Mathias gleich auf seiner ersten Heftsitzung anbot, die Heftleitung zu übernehmen. Das gab es so nie. Und die Ausgabe wurde wunderbar! Filme waren eine seiner großen Leidenschaften, insbesondere solche aus der Tschechoslowakei/Tschechien, ein Land, zu dem er eine tiefe Zuneigung empfand. Doch nach einer Zeit in der stressigen Großstadt Berlin zog es ihn wieder ins Sächsische, in die Nähe von Leipzig. Von dort war es dann auch nicht so weit zu fahren zu seinen Wandertouren im Böhmerwald. Und er konnte seine Liebe zur Natur auch ausleben, indem er sich als rührender Igel-Helfer betätigte. Es bereitete immer Freude, wenn er Fotos seiner niedlichen Schützlinge verschickte.

Der Kontakt war in den letzten Jahren etwas eingeschlafen. Umso überraschender und erschütternder kam für uns deshalb die Nachricht, dass Mathias Hohmann am 10. Mai dieses Jahres im Alter von 48 Jahren viel zu früh aus dem Leben geschieden ist.

// BILDET ANTIKÖRPER!

Ziemlich einsam fühlen sich die Redaktionssitzungen der Lateinamerika Nachrichten derzeit an. Statt mit einem Plausch vor und einem Bierchen nach der Sitzung, beschäftigen wir uns jetzt mit ausgefallenen Mikrofonen, Rauschen und anderen nervigen Technikproblemen während der Telefonkonferenzen. Seit fast zwei Monaten geht das nun so. Dass wir uns nur noch virtuell treffen, heißt für manche von uns, gar nicht mehr an den Sitzungen teilnehmen zu können.

Wie an vielen nagt auch an uns die soziale Isolation. Die Pandemie macht uns bewusst, dass wir soziale Wesen sind, die einander brauchen. Unsere lebendigen Unterhaltungen und das gemeinsame Frühstück zu Beginn eines jeden Produktionswochenendes können nicht so einfach durch eine Telefonkonferenz ersetzt werden. Jetzt, wo wir allein in unseren eigenen vier Wänden sitzen, erscheinen uns selbst die manchmal bis vier Uhr morgens ausartenden Nachtschichten eines Umbruchssamstags fast schon wieder verlockend.

LN-Alltag in Zeiten der Pandemie

Die politischen Diskussionen jenseits der Heftproduktion fehlen uns gerade jetzt, denn auch wir schauen voller Sorge auf die derzeitigen Entwicklungen. Mit den Ereignissen der vergangenen Wochen haben sich die Grundlagen unseres Wirtschaftssystems im Bewusstsein vieler Menschen ganz von selbst in Frage gestellt. Eine logische Folge wäre es, die Krise als Chance für ein grundsätzliches Umsteuern zu begreifen und ab jetzt das Leben und die Sorge darum in den Mittelpunkt zu stellen: Dem, was nun „systemrelevant” genannt wird, etwa der Arbeit in der Pflege, Betreuung, Versorgung und Gesundheit, auch die Anerkennung zu geben, die sie verdient und sicherzustellen, dass die dahinterliegenden Strukturen keinen profitorientierten Prinzipien folgen.

Die Doppelmoral von Politiker*innen aller Couleur, die Solidarität zum neuen Begriff der Stunde gemacht haben, zeigt sich nicht zuletzt daran, wer und was nun geschützt werden soll oder für wen Grenzen geöffnet oder geschlossen werden. Die Krise betrifft uns alle, aber nicht alle gleich.

„Nicht alle Leben sind es wert, in dieser Krise versorgt, geschützt oder anerkannt zu werden”, sagt auch die feministische Aktivistin Javiera Manzi in einem Interview für diese Ausgabe über die Politik der chilenischen Regierung. Gerade diejenigen, die ohnehin schon kämpfen müssen, um das alltägliche (Über-)Leben zu sichern, werden auch aus der Corona-Pandemie wieder als Verlierer*innen herausgehen – ohne dass jemand ihren Lohnausfall bezahlt, ihre Mietschulden übernimmt oder die Voraussetzungen dafür schafft, Abstand halten zu können. Und wie sich so oft zeigt, müssen sie sich selbst organisieren, um fehlende staatliche Schutzmaßnahmen aufzufangen. Das bringt auch in dieser Krise wieder beeindruckende Solidaritätsaktionen hervor. Sei es in Chile, wo das soziale Gefüge seit den monatelangen Protesten so intakt ist, wie vielleicht nie zuvor und die feministische Bewegung mit einem Notfallplan für die kollektive Sorgearbeit reagiert hat. Oder in Kolumbien, wo sich mit Beginn der Ausgangssperre spontane Kollektive zum Sammeln und Verteilen von Lebensmittelspendengegründet haben. Die indigenen und kleinbäuerlichen Kooperativen, die in Ecuador die Versorgung mit Nahrungsmitteln gegen die Preisspekulation sicherstellen. Die Landlosenbewegung MST in Brasilien oder die UTT in Argentinien, die tonnenweise selbst angebaute Lebensmittel verschenken. Die Menschen in den Favelas von Brasilien, die Netzwerke gründeten, um die Nachbarschaft mit Hygiene-Artikeln, Lebensmitteln und Informationen über COVID-19 zu versorgen.

Beeindruckende Solidaritätsaktionen

Sowohl die alten wie  die neuen Probleme, die das Coronavirus derzeit an die Oberfläche bringt, als auch, wie Menschen auf sie reagieren, geben uns also mehr als genug Gründe, an unseren Themen dran zu bleiben und weiter zu berichten. Dass wir trotz der widrigen Umstände jetzt unsere zweite digitale Produktion hinter uns haben, zeigt, dass es auch bei uns Spielraum für ungeahnte Veränderungen gibt. Das macht uns auch ein wenig stolz. Sehr viel Mut und Kraft gebt auch ihr uns dafür, liebe Leser*innen und Abonnent*innen. Danke für euren Zuspruch, euer Lob, eure konstruktive Kritik in den vergangenen Wochen und dafür, dass ihr uns (teilweise schon mehr als 40 Jahre) die Treue haltet! Bleibt gesund, bleibt solidarisch und − um einen Zuspruch einer unserer Leserinnen zu zitieren: “Bildet Antikörper!” – Antikörper gegen die Zumutungen des kapitalistischen Krisenalltags.

ONDA VAGA, WAS NUN?

Das Ende vom Lied Für Onda Vaga hört es sich schlecht an (Foto: flickr.com, CC-BY-SA 2.0, Secretaría de Cultura de la Nación, no changes made)

Nun also Onda Vaga. Die Mitglieder der international bekannten Indie-Rock-Band sehen sich Vorwürfen ausgesetzt, die es in sich haben. Die Rede ist von sexuellen Übergriffen und Missbrauch, Vergewaltigung und Psychoterror. Kurz: von wiederholtem, abstoßendem Machogehabe.

Onda Vaga, das sind fünf Typen zwischen Mitte und Ende 30. Fünf Musiker, deren Lieder sich meistens darum drehen, dass sie doch nur liebe Jungs sind, die sich in schöne Frauen vergucken. Ihre tanzbaren Rumba-Rhythmen verhalfen der Gruppe in den vergangenen zehn Jahren zu relativem Erfolg. Sie haben fünf Alben veröffentlicht, und bereisten allein acht mal Europa.
Onda Vaga steht dabei für ein bestimmtes Lebensgefühl. Den Wunsch nach Freiheit, gepaart mit entspanntem Laissez-faire und Easy Going: buena onda, wie es in Argentinien einfach heißt. Das ist, was Menschen suchen, und auch finden, wenn sie zu den Konzerten kommen. So auch am 27. September im Festsaal Kreuzberg in Berlin. Die Stimmung ist ausgelassen, es wird getanzt. Ein Großteil des Publikums kennt die Songs auswendig und singt lauthals mit. Bald wird es schwitzig im Saal, klebrig vom wilden Herumspringen. Die Musiker auf der Bühne geben sich betont lässig, albern und turnen herum, kiffen, trinken und feiern sich selbst. Die Band hat auch in Deutschland eine feste Fancrowd. Teile der Berliner Latinx-Community sind darunter, genauso wie Menschen die mindestens einen Backpacking-Urlaub in Lateinamerika hinter sich haben. Der Sound ist hervorragend, das muss man den Männern lassen. Weder auf oder hinter der Bühne noch in der Organisation oder in der Technik findet sich eine einzige Frau.

Kurz vor dem Konzert trafen sich LN mit den beiden Bandmitgliedern Germán Cohen und Marcelo Blanco zum Interview. Wir sprachen über die aktuelle Tour, das neue Album. Ein bisschen Smalltalk darüber, wie wunderbar Berlin und wie schlecht die aktuelle ökonomische Situation in Argentinien doch sei. Auch der Feminismus als politische Kraft und die Kampagne für ein legales und kostenfreies Recht auf Abtreibung kamen dabei zur Sprache. Dinge, die sie, so Germán und Marcelo, im Herzen tragen. Insgesamt also nichts Brisantes, und doch etwas, woraus wir ein nettes Interview hätten basteln können.

Die Berichte lassen vermuten, dass sexuelle Übergriffe im Umfeld der Band zur Normalität gehörten

Nur wenige Tage später, Anfang Oktober geht die Seite Denuncias Onda Vaga online. Darauf zu finden sind zu Beginn zehn, bald darauf 20, und nach einigen Tagen bereits über 40 Berichte, in welchen Frauen von ihren unangenehmen Erfahrungen mit den verschiedenen Bandmitgliedern berichten. Die Erfahrungsberichte sind anonym, aber äußerst detailliert. Auch die beiden Musiker Germán Cohen und Marcelo Blanco werden explizit genannt. Es folgen Hunderte Tweets und Diskussionen in den sozialen Medien. Die ausstehenden Konzerte in Brüssel und Madrid werden von den Veranstalter*innen abgesagt, mit dem Verweis darauf dem Publikum keinen sicheren Raum gewährleisten zu können. Presseanfragen bleiben unbeantwortet. Verantwortlich für die Veröffentlichungen sind die Aktivist*innen des Kollektivs Ya no nos callamos más, welches Frauen ermutigt ihre Erfahrungen mit sexuellen Übergriffen zu teilen und versucht, das Mittel der escraches, also der öffentlichen Denunziation, auch auf den digitalen Raum auszuweiten.

Die Erfahrungsberichte lassen vermuten, dass sexuelle Übergriffe im Umfeld der Band eine gewisse Normalität hatten, über Jahre hinweg und unter verschiedensten Umständen. Ob nach Konzerten oder im Privatleben, ob unter Einfluss von Alkohol oder nüchtern: despektierliches Verhalten, Objektifizierung von Frauen und ein Verständnis von Sexualität, was nicht weitergeht als über die eigene Befriedigung hinaus, waren wohl mehr Normalzustand als Ausnahme. Es scheint, als hätten Onda Vaga ihre Position als Stars der Musikszene systematisch ausgenutzt, um ihre sexuellen Fantasien an jungen und manchmal sogar minderjährigen Frauen auszuleben.
Erste Konzerte wurden bereits abgesagt Die Vorwürfe gegen Onda Vaga sind leider nur ein weiterer Fall von sexuellen Übergriffen in der argentinischen Musikbranche. Ähnliche Vorwürfe gibt es gegen weitere Größen der alternativen Musikszene, wie etwa den Sänger von El Otro Yo, Christian Aldana, den ehemaligen Gitarristen von La Yegros, David Martínez oder Guillermo Ruiz Diaz, den Gitarristen der Band El mató a un policía motorizado. Wie nicht anders zu erwarten, wird die Anonymität der Berichte zum Einfallstor für Vorwürfe des Rufmords und Verschwörungsfantasien. So ließ beispielsweise Sänger Christian Aldana, gegen den seit Mai 2018 ein Prozess wegen sexuellem Missbrauch von Minderjährigen läuft, auf seiner Facebook-Seite verlauten, er sehe Onda Vaga als Opfer einer anonymen Verleumdungskampagne, hinter welcher er eine Verschwörung der kommerziellen/Mayor-Musikbranche gegen die Indie-Szene vermutet. Dass allerdings als erste Reaktion auf die Vorwürfe über die Anonymität der Berichte diskutiert wird, ist ein bekanntes Muster. Denn, wenn von Übergriffen berichtet wird, sind es meistens zuerst die Opfer, die sich Fragen gefallen lassen müssen und nicht die (vermeintlichen) Täter. Wie es mit der Band weitergehen wird, ist unklar. Anstatt die Vorwürfe zur Diskussion zu stellen und eine öffentliche Stellungnahme von Seiten der Bandmitglieder einzufordern, wird zuallererst die Glaubwürdigkeit der berichtenden Frauen angezweifelt. Onda Vaga schweigt. Wie es mit der Band in der nächsten Zukunft weitergehen wird, ist unklar. Erste Konzerte in Argentinien wurden bereits abgesagt. Dass sich weder die Band noch ihre einzelnen Mitglieder bisher zu den Vorwürfen geäußert haben, ist nicht nur schwach, sondern auch für die tausenden von Fans weltweit enttäuschend.
Ein entschiedenes Dementi sieht anders aus.

LANGJÄHRIGES ENGAGEMENT FÜR CHILE


Es war eine traurige Nachricht, die die Redaktion der Lateinamerika Nachrichten Anfang März erreichte. Elfriede Irrall, die bei den LN und bei deren Schwesterorganisation, dem FDCL, den meisten noch unter dem Namen Elfriede Kohut bekannt war, war am 26. Februar dieses Jahres im Alter von 80 Jahren in Wien verstorben.

Der Öffentlichkeit war sie vor allem als Schauspielerin bekannt. Sie trat auf vielen Bühnen auf, vor allem in Wien im Theater in der Josefstadt und im Wiener Volkstheater und in Berlin im Renaissance-Theater, in der Freien Volksbühne und in der Schaubühne in Berlin unter der Leitung Peter Steins. Dazu kamen zahlreiche Auftritte in Rundfunk, Film und Fernsehen.

Elfriede gehörte aber auch zur allerersten Generation der in der Chile-Solidarität Aktiven. Noch vor dem Putsch trafen sich diejenigen, die in Chile gewesen waren und die Volkseinheit (Unidad Popular) von hier aus unterstützen wollten, in Hessen, und organisierten diese Unterstützung – die kurz danach wegen des Putsches ganz andere Aufgaben bekam. Elfriede übernahm die Aufgabe, das „Chile-Solidaritätskonto“ zu führen. Das hat sie lange Jahre mit viel Engagement getan. Auf diese Weise war es möglich, den chilenischen Widerstand gegen die Pinochet-Diktatur über Mittelsmänner und –frauen mit wesentlichen finanziellen Mitteln zu unterstützen.

Elfriede gehörte auch zu der ersten Lateinamerika-Nachrichten-Redaktion, die sich zuerst seit Mai 1973 noch vor dem Putsch gegen die Unidad Popular 14-tägig in Berlin traf, damals noch unter dem Namen Chile Nachrichten.

Menschen wie Elfriede gehören, wie Bertolt Brecht einst schrieb, zu den Unentbehrlichen. Auch im Namen derjenigen, denen ihre solidarische Arbeit in Chile geholfen hat, denken wir mit Respekt und Zuneigung an sie.

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